El equipo de gobierno del PP ha decidido ampliar a cuatro los tramos de carretera que el ayuntamiento quiere gestionar y por lo que ha pedido su cesión al Ministerio de Fomento.

La cesión supondrá la entrada de 2,4 millones de euros en las arcas del ayuntamiento, que se gastarán en transformar esas carreteras en vías urbanas, mejorar la seguridad vial y la estética. En total son casi 12 kilómetros.

La decisión fue tomada el martes en el transcurso de la junta local de gobierno y fue dada a conocer ayer por la portavoz municipal, Pilar Vargas.

Los dos tramos nuevos que se van a solicitar parten de la glorieta de la Consejería de Agricultura. Los dos están en dirección salida, uno por la antigua N-V, hasta llegar al cruce de Calamonte (incluyendo la vía de acceso a la barriada Carrión, hoy en desuso), y otro por la antigua N-630, de 3,5 y 1,5 kilómetros, respectivamente.

La pasada semana, la junta local de gobierno aprobó solicitar la cesión de otros dos tramos de la misma carretera, pero desde la glorieta de las Tres Fuentes hasta el cruce de Trujillanos y desde esta rotonda al cruce de Montijo, de 4,7 y 2,5 kilómetros, respectivamente.