El Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida reanudó el pasado miércoles «con normalidad» los trabajos que se enmarcan en la tercera fase del proyecto ‘Conservación, Restauración y Mantenimiento del frente escénico del Teatro Romano de Mérida’. El consorcio continúa así con este proyecto de obra y lo hace, según apuntó ayer el Gobierno regional en nota de prensa, «cumpliendo con lo legalmente estipulado» en el procedimiento abierto de licitación, después de que se rescindiera por desencuentros el vínculo contractual con la empresa inicialmente adjudicataria.

Con la reanudación de los trabajos, las obras estarán finalizadas en el tiempo previsto y coincidiendo siempre con el período de menor afluencia de visitas. De esta forma, y cumpliendo con el procedimiento legal, indicó ayer el Ejecutivo regional, la empresa extremeña Restaura S.L. se encarga de continuar estos trabajos, que se inician con la colocación de los andamiajes en la escena del teatro emeritense.

En este sentido, señalar que el organismo monumental informó a este diario a finales del pasado año sobre la paralización de las obras y el desmonte de todos los andamiajes, debido a que la empresa Contrafforte Restauro, responsable inicial del proyecto arquitectónico, «no quiere asumir las mediciones de la obra existentes», lo que llevó al consorcio a rescindir el contrato. El plan, redactado por la arquitecta María López, se adjudicó en su momento por 79.567,92 euros a la empresa Contrafforte, un precio a la baja ya que el valor estimado de la obra fue de 128.885,11 euros en la convocatoria.

En concreto, los trabajos que se van a acometer en la tercera fase del proyecto consisten en la sujeción y limpieza en superficie de todos los mármoles, capiteles y fustes de columnas, molduras y relieves decorativos. También incluyen la reparación de los hormigones y morteros del muro, cuyo estado se había visto afectado por las filtraciones de agua y por la exposición a la intemperie del teatro romano. Cabe recordar que el consorcio inició el proyecto en marzo de 2015 para garantizar la conservación del monumento, que no exime al público de su uso y disfrute, y actualmente está en su tercera fase.