La empresa Aquavida, cuyos empleados han estado promocionando sus productos --una depuradora de agua-- en la Barriada de María Auxiliadora, quiso aclarar ayer que su trabajo "no es ningún fraude como ha señalado la empresa municipal de aguas, Aqualia".

Uno de los empleados, Manuel Chacón, aclaró que desde Aquavida "ni se hacen falsas analíticas ni se suplanta la identidad de nadie", simplemente se trata de vender una depuradora que exime a los vecinos de comprar agua mineral. Sin embargo, desde Aqualia, reiteraron que "su única intención es que la gente sepa que el agua de la ciudad pasa todos los controles de calidad y que no necesita ser depurada por los usuarios para el consumo directo".