La Iglesia está más que nunca en boca de todos a raíz del conflicto que mantiene con el Gobierno en relación al tratamiento que la Ley Orgánica de Educación (DOE) ofrece a la asignatura de religión. Sin embargo, al menos en Mérida, tiene un problema a pie de calle que debe resolver. La renovación del voto a la Inmaculada Concepción por parte de la corporación municipal sirvió ayer para comprobar la necesidad de que una nueva hornada de monjas llegue al convento de las monjas encerradas Concepcionistas de Mérida, donde las hermanas están ya ancianas y no llegan monjas más noveles para continuar la labor de esta institución.

El alcalde de Mérida, Pedro Acedo, en su discurso, ya advierte de esta necesidad, y desea que "aumenten las vocaciones de las que tan necesitadas está este convento". La fotografía superior que acompaña a esta información así lo pone también de manifiesto, con ancianas hermanas que, año tras año, aunque cada vez en menor número, acuden a este tradicional acto, celebrado desde 1620.

La institución eclesiástica llegó a Mérida hace 1.750 años, y no es la primera vez que aprovechando la festividad de la Inmaculada se alzan voces para pedir más vocación que resuelva la continuidad de este convento de las hermanas de clausura.

Además del propio Acedo, Alfredo de la Rubia, Gloria Constantino, Francisco Robustillo, Fernando Molina, Luis María González, Carmen López, Manuel Balastegui, Pilar Vargas, Marta Calamonte, Fernanda Avila y Angel Caballero fueron otros representantes municipales presentes en la misa tras la cual el alcalde entregó el bastón de mando de la ciudad a las hermanas, en presencia también del secretario general del PP extremeño, César Díez Solís.

Condición humana

Todos ellos, al margen de los cientos de emeritenses que acudieron a la homilía, fueron testigos del llamamiento del vicario de Mérida, Antonio Becerra, para defender que "el bien común esté por encima de cualquier interés particular", y de la crítica por el hecho de que "las guerras, la violencia y el paro se producen por querer ser más que los demás".

Acedo además apeló a mantener la concordia y la convivencia fraterna en España.