El ayuntamiento ha sacado a concurso público la contratación del servicio de limpieza de los centros públicos municipales por 1.169.186 euros, durante un periodo de dos años, con posibilidad de prórroga, sin que pueda exceder de cuatro años, con el objetivo de optimizar el servicio y la reducción de costes.

La empresa privada que gane el concurso tendrá que limpiar un total de 87 edificios públicos municipales, entre casas de cultura, cementerio, centros sociales de barriadas, colegios públicos, guarderías municipales, campos de fútbol, piscinas, polideportivos y pistas deportivas.

SUBCONTRATACION

Además se tendrá que hacer cargo de la plantilla actual del servicio de limpieza, unos 45 trabajadores, mediante la subcontratación de los contratos, así como a respetar los derechos económicos.

En el pliego de condiciones también se señala de que en caso de extinción del servicio, los trabajadores municipales afectados regresarán de forma automática a la plantilla del ayuntamiento y se tendrá en cuenta la antigüedad acumulada con el adjudicatario.

La privatización del servicio de limpieza se aprobó en una comisión de gobierno celebrada a principios de julio. Entonces, la concejal de Limpieza, María del Carmen Cid, manifestó que "no estamos muy conformes con el servicio, que no es rentable y en el que hay muchas bajas". También descartó que tuviera que ver con las manifestaciones realizadas en abril y mayo por las trabajadoras en la que pedían su inclusión en la Relación de Puestos de Trabajo y la asignación de un puesto fijo.

Por su parte, el sindicato CCOO manifiesta que la privatización del servicio de limpieza por parte del equipo de gobierno municipal del PP lo único que demuestra "es su incapacidad en la gestión de los servicios públicos. Prefieren pagar el 16% del beneficio industrial a una empresa privada para que gestione el servicio antes que asumir ellos la responsabilidad de gestión de los servicios públicos, que para eso fueron elegidos", señalaron en un comunicado. Y añaden que la privatización va a suponer un incremento en el coste de la gestión del servicio.