La feria de libro arrancó ayer una nueva edición marcada por dos hándicap: la crisis y el cambio de ubicación por las obras en el escenario habitual del parque López de Ayala, que han obligado a desplazar las casetas hasta la plaza de Margarita Xirgú, junto al teatro romano.

Con el fin de buscar una solución al principal problema que planteaba el nuevo emplazamiento, el calor, las 26 casetas se han instalado en dos filas creando una única calle central, que se ha protegido del sol mediante la colocación de toldos.

La solución ha sido inicialmente bien recibida por los libreros, quienes tienen depositadas grandes expectativas en la cita para recuperar las pérdidas ocasionadas por la crisis. "Al día siguiente del anuncio del recorte del sueldo a los funcionarios se vació la librería", afirma Luis Martín, de la Librería Martín.

Aunque la mayoría de los libreros prefiere la localización habitual algunos, como Mari Angeles Cabanes, de la librería San Francisco, matizan sus impresiones iniciales en contra del emplazamiento y ahora prefieren esperar al balance de ventas el próximo domingo, cuando finalice la feria.

En cuanto a las expectativas de venta, este año no hay ningún claro favorito como ocurrió el año pasado con Stieg Larsson. Pero se espera que dos de los escritores que tienen previsto pasar por la feria obtengan buenos resultados. Se trata de María Dueñas, la autora de ´El tiempo entre costuras´, y de Jesús Sánchez Adalid, que aunque inicialmente no estaba incluido en el programa oficial, se le espera el sábado.

Ese mismo día tendrá lugar otro de los grandes alicientes de la Feria del Libro de este año, pues el 5 de junio es la fecha elegida para el lanzamiento en España, al igual que muchos otros países del mundo, de La segunda vida de Bree Tanner , la nueva novela de la autora de la trilogía Crepúsculo .