MERIDA

El traslado de los artilleros desde el corralón de los Blanes, terreno facilitado por Román Garcia de Blanes, a la zona del Campo de San Juan, en el lugar donde se había proyectado un parque, e incluso expropiado el terreno a sus dueños, se cedió al Ministerio de la Guerra para su ubicación.

La superficie del cuartel era de 49.044 metros cuadrados, de los que 25.052 pertenecían al ayuntamiento y 23.992 eran de parcelas expropiadas a los particulares. El presupuesto para construir el cuartel ascendía a 2.454.060 pesetas y 561.420 pesetas para los pabellones de jefes y oficiales, según un estudio de Fabián Lavado Rodríguez, licenciado en Historia Antigua y bibliotecario del Consorcio de la Ciudad Monumental, quien explica como el terreno del ayuntamiento costó 38.138 pesetas y los expropiados a los particulares, 39.823 pesetas.

El proyecto fue realizado por el ingeniero Nicomedes Alcoyde y el constructor fue Manuel Vázquez Moreno.

La edificación del cuartel, donde estaba el 2.º Batallón de Artillería de Posición, comienza en septiembre de 1921, siendo alcalde de Mérida, Baldomero Díaz de Entresoto.

Las divergencias en 1926 entre el Arma de Artillería y el General Primo de Rivera llegaron a tal extremo que, según un estudio del entonces Teniente Coronel Jefe del Grupo de Artillería XI, Jaime García Castro, se saldaron con la disolución, como consecuencia de la no aceptación por parte de sus componentes de escalafones abiertos. Por tal circunstancias se suspende de empleo, sueldo, fuero y uniforme a todos los jefes y oficiales de Artillería que estuviesen activos el 5 de septiembre de 1926. Esta unidad aportó parte de sus componentes a la guerra con Marruecos, donde cayeron 11 de sus miembros entre oficiales, suboficiales y tropa, que se encuentran enterrados en el cementerio.

FIN DE OBRAS En 1926 acabaron las obras, pero durarían pocos años. El 25 de mayo de 1931, recién proclamada la II República, se disuelve el Primer Regimiento de Artillería a Pie. Una vez finalizada la guerra civil, en agosto de 1939, el general Varela, como ministro del Ejército, pone en marcha un plan de reforma. Las instalaciones del acuartelamiento se ocuparon el 6 de mayo de 1940.

Los años del hambre no pasaron desapercibidos para los artilleros, que vivieron años de estrecheces económicas hasta el punto de que para ahorrar gasolina en vez de desplazar el material mecanizado a un campo cercano al puente Romano, se quedaban allí custodiados por una guardia para no tener que desplazarlos diariamente al cuartel y así no gastar gasolina.

ESCUELAS Al disolverse las fuerzas militares en Mérida y quedar en propiedad del ayuntamiento, su alcalde, Andrés Nieto Carmona, creó, con ayuda de los miembros corporativos y las gestiones realizadas en en Ministerio de Educación y Ciencia el Instituto de Segunda Enseñanza Santa Eulalia, la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos y varias aulas de Enseñanza Primaria, que darían paso a comienzos de los años cuarenta los grupos escolares Romualdo de Toledo, hoy Giner de los Rios, e Ibáñez Martín. hoy Federico García Lorca. También había un comedor escolar que se llamaba La cantina escolar .

ACADEMIAS Las academias militares en Mérida comenzaron a dar clase para preparar a los futuros oficiales en dos centros: Academia Lozano y Academia Politécnica, ambas con profesores de reconocido prestigio. En estas academias estaban como profesores Narciso Rodríguez Ramírez, Gaspar Gómez Salas, Maximiliano Macías Liáñez, José Medina, Antonio Morales Serrano, Juan Lozano Muñoz y César Lozano Cambero.