Ahora sí, el silo de Mérida será un monumento. La Secretaría General de Cultura de la Junta ha iniciado el expediente para declarar el edificio Bien de Interés Cultural a petición del ayuntamiento, después de que el Ministerio de Agricultura haya anunciado su intención de subastarlo por 1,02 millones de euros el próximo día 23 de enero en Madrid.

El Diario Oficial de Extremadura (DOE) publicó ayer el informe técnico de la Dirección General de Patrimonio Cultural que justifica la catalogación del silo como monumento, amparada en que se trata de un elemento «fundamental» del patrimonio emeritense y un «referente único» para este tipo de edificaciones en Extremadura. Entre otros aspectos, se alude a su singularidad «constructiva y estética», su importancia histórica y su buen estado de conservación interior y exterior.

El proceso no impedirá la venta del inmueble en la subasta que prevé Ministerio pero sí modifica su grado de protección, de forma que sus nuevos propietarios no podrán derribarlo o aplicar modificaciones que menoscaben su valor histórico y patrimonial.

La resolución de Cultura se mantendrá a partir de hoy en periodo de información pública para que los interesados puedan presentar alegaciones, si bien la tramitación aún no ha terminado. La Junta deberá comunicar a las partes afectadas, el ayuntamiento y el Ministerio de Cultura la incoación del expediente. Asimismo, se solicitarán los informes preceptivos a los órganos consultivos, la Real Academia de Extremadura y la Universidad de Extremadura, que deberán ser favorables. Como último paso, la declaración se aprobará en Consejo de Gobierno mediante decreto y se publicará en los boletines oficiales del Estado y la región.

Según detalla el Ejecutivo en su informe, el silo de Mérida es «una muestra interesante» de la arquitectura industrial. Está dotado de «cierto monumentalismo», ya que pertenece a los denominados «silos de tránsito y reserva» que se levantaron durante la primera etapa de la política emprendida por la Red Nacional de Silos. Estos almacenes eran «vitales» para la red, pues se levantaban en los nudos ferroviarios que unían las zonas productoras. El de Mérida tiene capacidad para almacenar 10.500 toneladas de cereales.

Otro de los aspectos destacados del inmueble es la conservación de todo el complejo mecánico y su cuadro de control, que aún hoy día activa toda la maquinaria. Su núcleo principal es de patente suiza, de la casa Bulher, puntera entonces en la mecanización de harineras y silos.