Un hombre de 73 años ha sido denunciado por los padres de cinco niñas de entre 7 y 11 años a las que presuntamente realizaba tocamientos. El caso fue puesto en conocimiento de la Policía Nacional la pasada semana, después de que una vecina --según el relato de los familiares-- sorprendiera en un portal de la calle Manuel Sanabria Escudero, en la barriada emeritense de Nueva Ciudad, a este hombre junto a dos de las pequeñas, a una de las cuáles había introducido su mano debajo de la ropa.

Este hecho fue trasladado a los familiares de todos los chicos que habitualmente juegan en esta calle. El hombre, que reside junto a su mujer en otro portal de la misma vía y del que no se había tenido sospechas de comportamientos similares hasta la fecha, pasó 48 horas en dependencias policiales hasta que el sábado por la mañana declaró en el juzgado de guardia. Posteriormente fue puesto en libertad sin fianza con una orden de alejamiento que le prohíbe acercarse a menos de 20 metros de cualquier niño. Se trata de una medida cautelar hasta la celebración del juicio, para el que aún no hay fecha. Los padres se quejan de que no haya sido enviado a prisión para evitar contactos, pero al parecer esta decisión no se tomó debido a la avanzada edad del acusado.

La madre de una de las afectadas, que prefiere mantenerse en el anonimato para proteger la identidad de su hija, señala que resulta "imposible" cumplir esta medida, dado que el portal del acusado y los de las niñas distan de escasos metros entre si, y porque la calle carece de espacio suficiente para evitar el contacto.

El abogado de las familias, que hasta ahora solo ha tenido acceso a la denuncia presentada por los afectados, no descarta solicitar una ampliación de las medidas cautelares para evitar que las niñas se enfrenten de nuevo al acusado.

Al parecer, y siempre según el relato de los padres, esta persona utilizaba el dinero y las golosinas para atraer la atención de las niñas y ganar su confianza, a quienes después pedía que no contaran nada a sus padres.

Las pequeñas han sido sometidas a un examen médico que descarta lesiones físicas, si bien de su propio relato se desprende que habrían sido objeto de tocamientos y besos, según comenta uno de los padres.

Por el momento, y hasta la cita con el juez, los padres se han organizado en turnos para vigilar a los pequeños cuando se encuentren en la calle, ya que ésta no tiene tráfico y los soportales son utilizados como lugar para sus juegos.