La Policía Nacional ha desarticulado un pequeño clan familiar dedicado a la venta y distribución de cocaína en la barriada de San Lázaro, operación que se ha saldado con la detención de tres personas, todas con antecedentes policiales, y la incautación de 43 gramos de cocaína y más de 6.500 euros. Las investigaciones comenzaron hace dos meses, cuando funcionarios del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Mérida tuvieron conocimiento de la existencia de un punto de venta de drogas en la ciudad que registraba una gran actividad sobre todo durante los fines de semana, habiéndose convertido en uno de los puntos negros "más activos de los últimos tiempos", según informa la Jefatura Superior de Policía de Extremadura en una nota.

Una vez detectado, se identificó a las personas que supuestamente se estaban dedicando a esta actividad ilegal desde su domicilio, situado en la avenida Marqués de Paterna. Se trata de un hombre de 43 años y de su hijo de 24. Este último recibía a los compradores en las cercanías de la casa y realizaba la función de "aguador", es decir, rondas de contravigilancia para detectar la presencia policial por las inmediaciones. Durante la investigación, en la que se desarrollaron numerosas vigilancias y seguimientos discretos a los sospechosos, se realizaron varias actas de aprehensión de sustancias estupefacientes a diferentes compradores para determinar el contenido, calidad y cantidad del producto que adquirían.

Además, se localizó un segundo domicilio ubicado en la calle Pedro Rodríguez de Tena al que acudían los investigados a abastecerse de cocaína. Así, y con la correspondiente autorización judicial, en la tarde noche del pasado viernes se registraron ambos domicilios, en los que los agentes se incautaron de 43 gramos de cocaína, una báscula de precisión, sustancia de corte, utensilios para la confección de "papelinas" y 6.565 euros en efectivo.