El ayuntamiento despidió ayer a Chelo Llera, monitora de gimnasia rítmica de la escuela municipal que denunció ante el Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física al coordinador de actividades deportivas municipales, Iógenes Da Silva Junior, por presentar documentación falsa de su titulación para acceder a este puesto. Por estos hechos, fue juzgado y condenado recientemente a dos años de cárcel por falsedad de documento público e intrusismo.

Chelo Llera afirma que su despedido se debe a dos motivos, "un acto de venganza, porque sé que no me quieren, porque me ha abierto expedientes, insultado y acosado; y porque la plaza de coordinador deportivo va a salir a concurso interno y no quieren que me presente, ya que es para recolocar al concejal Fernando Molina, cuya excedencia termina a final de mes".

En la carta de despido de Llera, que es trabajadora del ayuntamiento desde 1985 y fija desde 1992, se señala que el motivo es la falta de control de los alumnos y por dirigir un club privado de gimnasia, lo que es calificado por la afectada como "absurdo".

El grupo municipal socialista, a través del concejal Juan Carlos Escudero, ha mostrado su solidaridad con la trabajadora despedida y afirma que "es la crónica de una venganza anunciada".

Escudero criticó "la ligereza con la que se toman decisiones trascendentales que afectan a las personas, sin un expediente debidamente instruido y sin saber quiénes firman las comunicaciones e informes".

"Sabemos lo que ocurrirá ahora, la trabajadora recurrirá a los tribunales, ganará y el ayuntamiento, con el dinero de los emeritenses, indemnizará y un estorbo menos", afirmó.