La deuda municipal del Ayuntamiento de Mérida se sitúa en 55.700.000 euros al cierre de abril, un 26% menos con respecto al dato de julio de 2015 cuando alcanzó los 75.100.000 euros. La portavoz del gobierno local, Carmen Yáñez, dio a conocer ayer el estado de las cuentas municipales y destacó que «se está haciendo una buena gestión económica, solvente y pegada a la realidad».

Para llegar a esta situación económica, la edil explicó que se ha reducido «el gasto superficial», al tiempo que se han realizado «el mayor número de contratos para tener una mejor fiscalización y mejores servicios con menos coste para el ayuntamiento». Todo ello, según Yáñez, «sin sacrificar» las políticas de empleo y sociales, sino «duplicando estas últimas y adhiriéndonos a todos los planes de empleo, a pesar de tener un plan de empleo local».

Respecto al resultado de la liquidación del año 2016, que ayer se trasladó también a los grupos de la oposición, se desprende que la deuda financiera (préstamos con los bancos) está en 47.270.000 euros; la deuda a proveedores en siete millones de euros y la de los consorcios en los que tiene participación el ayuntamiento, incluyendo la atrasada con el Consorcio de Bomberos, es de un total de 1.440.00 euros.

Sobre el capítulo de Personal, la delegada informó de que en 2015 el gasto se situaba en 19,9 millones de euros mientras que en 2016 estaba en 18,2 millones de euros, lo que se traduce en una reducción de 1.700.000 euros. Yáñez subrayó que esta bajada se ha llevado a cabo sin rechazar a la puesta en marcha de medidas de personal que favorezcan a los trabajadores y a quienes optan a un empleo en el ayuntamiento. La edil destacó que se ha reducido el personal de confianza en un 88% (364.000 euros) y que el único personal de confianza actual son «trabajadores municipales», además de la contratación de cuatro asistentes de grupo «que no había en la anterior legislatura».

La amortización de la deuda a corto y largo plazo se ha reducido en nueve millones de euros y la liquidación da como resultado un remanente de tesorería de -3.290.196 euros, mientras que en 2015 era de -8.055.000 euros.

Para Yáñez es «igual de importante» cumplir con la regla de gasto, que ha pasado de -2.362.900 euros en 2015 mientras que en 2016 está en 4.343.000 euros. Por su parte, la estabilidad presupuestaria era en 2015 de 3.658.000 y en 2016 de 8.529.000 euros. Yáñez lamentó que, pese a «los buenos datos», si no se cumple el remanente de tesorería «no se puede decir que hay superávit».