Las personas con discapacidad demandan un plan de mejoras en la ciudad para tener mayor accesibilidad a la hora de desplazarse por las calles o por los edificios públicos, sobre todo en la parte antigua, donde la falta de rampas y la estrechez de las aceras dificultan el quehacer diario de más de dos mil vecinos.

La situación en la ciudad no es distinta de la que se produce en cuanto a barreras arquitectónicas en ciudades similares, el problema es que "habría que actuar en las obras y calles más antiguas", ya que las nuevas construcciones si están contemplando en líneas generales el rebaje de aceras y la ejecución de rampas de acceso, asegura Jesús Gumiel, portavoz de la Asociación de Minusválidos Extremeños.

En este sentido, la calle Suárez Somonte o la Avenida de José Fernández López, son dos puntos complicados para estas personas por las características urbanísticas de las mismas. Además, según Gumiel, la ocupación indebida de las plazas de aparcamiento para minusválidos es otro problema a tener en cuenta y que "no se puede solucionar, porque la gente prefiere que le multen antes que no encontrar aparcamiento".

Por ello, este colectivo propone que se actúe en el viario urbano, en los edificios municipales y en los privados, donde las comunidades de vecinos cada vez son más sensibles a la hora de ubicar rampas y rebajar las aceras, así como que se hagan nuevos aparcamientos con precios más asequibles.