El instituto Santa Eulalia ha puesto en marcha dos novedosos programas para luchar contra el acoso escolar, uno de detección y actuación ante el bullying y otro de mediación social con el que pretenden ayudar a los alumnos a resolver sus conflictos de forma pacífica.

El jefe de estudios de este centro, Juan Carlos Carvajal, y su antecesor en el cargo, Rogelio Muñoz, decidieron empezar a trabajar en la prevención del acoso escolar después de que saltaran a la opinión pública casos como el del suicidio de Jokin.

Rogelio Muñoz destacó que, cuando se detecta un caso, es necesario actuar rápidamente con la víctima para paliar el daño que sufre y enseñarle estrategias que le permitan defenderse.

Igualmente, también es esencial intervenir con los acosadores para, además de sancionarles, iniciar con ellos medidas reeducadoras.

Muñoz reconoció que a veces no es fácil ver un posible caso de acoso, ya que la víctima suele tener miedo a denunciar e incluso llega a mentir cuando por ejemplo llega a casa con el material escolar deteriorado.

Por eso, consideró necesario que los padres observen a sus hijos y den la voz de alarma cuando noten cambios en su comportamiento, como que se quejen de frecuentes dolores de cabeza o barriga o pongan continuas excusas para ir al instituto.

De igual forma, los profesores deben poner en conocimiento de los tutores si alguno de sus alumnos se vuelve más introvertido y baja en su rendimiento.

El programa también persigue que todos los estudiantes se conciencien de que, "ante el acoso, tolerancia cero, y denuncien si ven que alguno de sus compañeros está sufriendo porque alguien le está haciendo la vida imposible".

Por ello, se ha creado otro grupo integrado por seis profesores que se están formando como mediadores para ayudar a los estudiantes y darles las "estrategias suficientes" para que puedan resolver los problemas de manera pacífica.

El instituto cuenta con unos buzones y con una dirección de correo electrónico en su página web para que los niños soliciten, sin no quieren hacerlo de una manera directa, que quieren ser ayudados en ese conflicto.