La localidad de Calamonte vivió ayer un día de luto después de la muerte de un joven matrimonio y su hija, que perdieron la vida la noche del domingo en un accidente de tráfico ocurrido a la altura del kilómetro 629 de la Autovía de la Plata (A-66), junto a la salida de Calamonte en dirección a Mérida, y apenas a dos kilómetros de la ciudad. Miles de vecinos dieron ayer el último adiós a Domingo Ecija González, de 22 años; su esposa María Raquel Hernández Sánchez, de 23 años, y su hija, R. E. H., de 3 años. Todos ellos, recibieron ayer sepultura en Calamonte, su localidad de origen, aunque residían en Mérida. Se da la circunstancia de que la joven fallecida estaba embarazada de seis meses.

El suceso ocurrió a las nueve de la noche, cuando la familia regresaba a su domicilio de pasar una jornada en el campo, y el vehículo se salió de la calzada chocando contra una señal vertical y uno de los hitos hectométricos de la autovía, provocando la muerte en el acto a los tres ocupantes al salir despedidos del vehículo, según informaron fuentes del servicio 112.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varios efectivos del 112, que nada pudieron hacer por salvar la vida a estas personas porque ya habían fallecido.

La autopsia que se practicó ayer a los cadáveres desveló la muerte en el acto del matrimonio y su hija.

DESPEDIDA MULTITUDINARIA

Los jóvenes y su hija fueron enterrados ayer en Calamonte, donde eran muy conocidos y apreciados, y donde fueron despedidos por miles de vecinos durante la homilía que tuvo lugar en la iglesia central del municipio. Los lugareños y muchos amigos y conocidos de Mérida se acercaron al templo para dar el último adiós a los jóvenes y la pequeña, y acompañar en el dolor a la familia de los fallecidos.

Hasta allí se acercaron también políticos conocidos, como el exalcalde de Calamonte y consejero de Agricultura y Medio Ambiente, Eugenio Alvarez, y los socialistas Angel Calle y Francisca Chaves, entre otros.

La joven familia era muy querida por los habitantes de la localidad y ya habían hecho amistad en Mérida, por lo que el suceso ha conmocionado a miles de personas. El hecho de que la mujer se encontrara embarazada ha supuesto aún más dolor entre sus sedes queridos, rotos ayer en la iglesia frente a los féretros de la niña, acompañados a ambos lados por el de sus padres.

Los restos mortales de los tres fallecidos descansan ya en el cementerio municipal de la localidad de Calamonte.

En el lugar del accidente, ayer todavía eran visibles los restos del automóvil siniestrado y a lo largo del día agentes de la Guardia Civil de Tráfico se acercaron hasta allí para analizar las causas que motivaron el suceso, el más grave en lo que va de año en la ciudad.