Sus padres le inculcaron el amor por la lectura desde pequeña y a los 15 años ya comenzó a escribir poemas y relatos cortos fantásticos. Belén Conde Durán ha publicado hasta la fecha unos 50 relatos y microrrelatos en antologías literarias de editoriales y en revistas. El primer libro que publicó en 2015 fue La Cuarta Orientación, un estudio sobre las orientaciones sexuales. Su primera novela de ficción se titula Luz y tinieblas, de la editorial Bruño, y con ella ha conseguido el Premio Boolino de Narrativa Juvenil 2017, un galardón que premia a nuevos talentos del mundo de las letras.

-¿Cómo definiría su escritura?

-Cuando no hablamos de artículos, es de estilo fantástico, filosófico, e incluso espiritual (que no religioso), pero, paradójicamente, con grandes dosis de realismo. Siempre me planteo el sentido de la vida, y me gusta lanzar preguntas al aire que hagan pensar a la gente. En Luz y tinieblas se mezclan la astronomía (otra de mis grandes pasiones) con un poco de filosofía, humor, aventuras y una pizca de romance.

-De profesión es filóloga inglesa, ¿se puede vivir de la literatura?

-La auténtica escritura no es un negocio, sino una vocación y, desde luego, puede pasar mucho tiempo hasta que puedas vivir de ello. El secreto está, como en casi todo, en la perseverancia.

-¿Qué debe tener un buen escritor?

-Pienso que un buen escritor debe tener la capacidad de introducir al lector en su historia: no es la historia en sí (ya está todo inventado), sino cómo se cuenta. Debe hacerle partícipe o cómplice del argumento de la misma.

-Trabaja en una librería en Reino Unido, ¿se está perdiendo el gusto por el libro en formato papel?

-Si en algo disfruto de trabajar en una librería es de ver cómo gente de todas las edades compra libros. Aquí, el gusto por el formato de papel está todavía muy extendido por la poca diferencia de precio que hay entre el papel y el formato digital. Hay muchas editoriales y, por tanto, mucha competencia, y eso se traduce en unos precios asequibles y en una necesidad constante de reinvención.

-Con ‘Luz y tinieblas’ ha ganado el Premio Boolino 2017, ¿qué ha supuesto este reconocimiento?

-Es una alegría que reconozcan tu trabajo, que haya gente que te hable con tanta pasión de una historia que jamás pensaste que vería la luz. No puedo agradecerle lo suficiente a Boolino y a Bruño por haberme dado esta oportunidad. Me parece estupendo (además de necesario) que se organicen certámenes donde el protagonista sea el escritor novel.

-Desde julio de 2016 dirige la revista digital ‘Luz de candil’, ¿en qué consiste este proyecto?

-Esta revista digital nació con el único propósito de ayudar a otros escritores que, como yo, están empezando. Hace un par de años, cuando comencé a participar en concursos literarios me abrumaba leer eso de: «Se han presentado 500 escritores». También escuchaba o leía las quejas de los escritores, del tiempo que llevaban intentando publicar, y nunca lo conseguían, debido a la competencia. Esa frustración hizo que quisiera abrir un espacio donde todo el que deseara ver sus obras publicadas pudiese hacerlo. Es una revista gratuita que no vive de la publicidad ni de ningún otro incentivo económico. Echo en falta que la literatura sea más accesible; quizás una falta de promoción a nivel social que haga que los más pequeños se decanten primero por un libro antes que por un videojuego (y que conste que no estoy menospreciando a estos últimos).

-¿Algún libro que todo el mundo debería leer durante su vida?

-Creo que un libro que todo el mundo debería leer es El Mundo de Sofía, de Jostein Gaarder. Filosofía para todos los públicos, que entretiene sin aburrir y que todo el mundo puede entender.

-¿En qué proyectos trabaja?

-Acabo de terminar una novela corta de fantasía titulada Zanarlún, y que sería la undécima, y el año pasado terminé Las horas prestadas, sobre una chica que viaja por todo el mundo pero que no consigue encontrar su sitio. También tengo escritos varios libros de relatos cortos: ¡Me encantaría seguir publicando cosas!