Mejorar la calidad de los enfermos de alzhéimer y sus cuidadores. Con esta finalidad se fundó en el año 1998 la Asociación de Familiares de Personas con la Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias de Mérida y Comarca (AFAM). Su presidenta, Antonia Blanco, fue la artífice de poner en marcha esta agrupación cuando apenas se sabía nada de esta enfermedad. Casi veinte años después, y gracias a su incansable labor, la asociación sigue trabajando para facilitar la vida de los enfermos y sus familiares.

<b>-¿Por qué fundó la asociación?

</b>-La verdad es que me vi un poco obligada porque mi marido cayó enfermo. El médico que lo llevaba me dijo que porqué no hacía una asociación ya que en la ciudad no había nada relacionado con los enfermos de alzhéimer. A mí me sabía a chino, pero tengo mucha amistad con Lola Dorado, la presidenta de la plataforma del voluntariado, y ella me ayudó a ponerla en marcha. Al año de comenzar con la asociación conseguí el centro de día en El Prado.

<b>-A pesar de este centro de día, reclaman que se habilite otro...</b>

-Necesitamos un centro de día nuevo porque el que está en El Prado es muy pequeño. En la asociación tenemos un terreno que nos cedió Ángel Calle, pero no está construido porque cuando quisimos ponerlo en marcha nos cogió la crisis y ahora no tenemos dinero. El ayuntamiento y el alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, está muy interesado en conseguir el centro o cedernos un local que ya esté construido para acondicionarlo como centro de día. Estamos viendo cómo lo hacemos, porque dinero para la construcción de uno nuevo no hay y el centro de día es muy necesario.

-¿Qué supondría contar con un nuevo centro en la ciudad?

-Ahora estamos cedidos en el hogar de mayores de Reyes Huertas, pero ante la demanda que tenemos nos vemos muy limitados. Con un nuevo centro de día, los enfermos que ahora van una hora a la semana a estimulación podrían estar diariamente porque hay personas que necesitan más de una hora de estimulación. En el hogar de mayores de Reyes Huertas tenemos estimulación cognitiva, que lo da todos los días la psicóloga, pero ahora mismo tenemos unos veinte enfermos y hay lista de espera.

<b>-¿Qué otros servicios ofrecen?</b>

-En el hogar de mayores está la trabajadora social y damos información, orientación, la primera visita se hace a través de la trabajadora social y con el informe se deriva a la psicóloga para la estimulación cognitiva o la fisioterapéuta que va a domicilio. También tenemos un auxiliar de ayuda a domicilio y se les informa a los enfermos y cuidadores sobre los recursos disponibles, además de ofrecer formación y talleres.

<b>-En 20 años, ¿cómo ha cambiado el conocimiento de la enfermedad por parte de la sociedad?</b>

-Cuando yo empecé estábamos a ciegas y todo el mundo ignoraba la enfermedad, la primera yo, y eso que lo tenía dentro de casa. Yo fui reaccionando como pude porque no teníamos información de ninguna clase, sin embargo, ahora sí hay mucha información. Hay mucha gente joven que está estudiando y se implica mucho porque cuando ponemos mesas informativas se acercan a preguntar o nos dan cualquier donativo. Ahora saben lo que es un enfermo de alzhéimer y hoy hay mucho conocimiento. Se comprende mejor a los enfermos y lo que conlleva la enfermedad.

<b>-¿Percibe el apoyo de los emeritenses a esta causa?</b>

-Siento mucho el apoyo de la sociedad emeritense, sobre todo por parte de las pequeñas empresas que son las que más ayudan porque hay solidaridad. Personalmente siento satisfacción de haber fundado esta asociación.