El Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Mérida recoge entre sus recomendaciones la adopción de medidas que corrijan los problemas de tráfico que previsiblemente se producirán en el entorno de la barriada de San Lázaro con motivo del traslado de los funcionarios de la Junta de Extremadura al nuevo edificio que será sede de varias consejerías. La falta de accesos que permitan la fluidez de los vehículos, motivados por el acueducto de San Lázaro y por vías estrechas y reguladas por semáforos tanto por la avenida Juan Carlos I como por la avenida de Cáceres, son los principales obstáculos.

El propio estudio, realizado por la Universidad de Extremadura, propone como medida para evitar la saturación del tráfico en el centro de la ciudad la reubicación de todas las consejerías en un único espacio de uso administrativo-institucional alejado del casco histórico. Esto es lo que se logrará, al menos en parte, con el traslado a la nueva sede que se está construyendo en los terrenos del proyecto Mérida III Milenio de buena parte de las consejerías y los servicios de la administración regional que actualmente ocupan edificios del centro en régimen de alquiler. Se prevé que 1.500 funcionarios se reubiquen en estas dependencias a partir del otoño del 2012, según las últimas estimaciones de la Junta.

Por tanto, y siguiendo las recomendaciones del Plan de Movilidad, el Ayuntamiento de Mérida tiene un año para tomar las medidas necesarias para evitar que los problemas de accesos y movilidad advertidos se conviertan en una realidad.

El principal obstáculo es el acueducto de San Lázaro. El pasado mes de abril ya se tomó una medida correctora, como es la apertura de un paseo peatonal, que ha venido motivada por el aumento en el tránsito de vehículos y peatones por el mismo conforme se han ido ocupando las más de 400 viviendas del Plan 60.000 ubicadas en el III Milenio, y en previsión de la progresiva apertura de dependencias administrativas, pues ya están en funcionamiento la Comisaría de Policía y el Palacio de Justicia.

Esta actuación, no obstante, no solventa la falta de fluidez de vehículos, puesto que el vano actual tan solo tiene capacidad para un vehículo, cuando esta vía es de doble sentido de circulación. En este caso se han planteado otras propuestas, mucho más ambiciosas, como la apertura de un nuevo arco, para permitir el paso de dos vehículos al mismo tiempo, y un subterráneo. Ambas opciones han sido descartadas, de momento, por el alto coste y grado de agresión al monumento.

Por el otro lado, colocar rotondas en la avenida de Cáceres en sustitución de los semáforos en la avenida de Cáceres mejorarían el tránsito. Sin embargo, esta vía es de titularidad del Ministerio de Fomento y dada la situación económica que atraviesan las administraciones públicas, la posibilidad de una cesión de la vía, debido al alto coste que supone, parece complicada.