Apenas contaba diez años cuando supo que quería ser bailarina de ballet. Su pasión por la danza clásica le llevó a formarse profesionalmente en la materia y se licenció en Pedagogía de la Danza. Tras jubilarse Fabiola Gutiérrez, fundadora de la academia Isadora, Elisa Rodríguez se ha puesto al frente de la escuela, que será una de las doce que el próximo domingo 29 participarán en las actividades para conmemorar el día de la danza en el templo de Diana.

-Desde niña soñaba con bailar...

-Es muy curioso porque lo tenía muy claro desde que tenía diez años y lloraba por hacer ballet. He vivido rodeada de gente aficionada al flamenco, pero lo de la danza clásica es muy curioso porque en mi casa no hay bailarines. Yo le decía a mi madre que quería bailar, pero hasta los 14 años no pude empezar las clases. Desde entonces y hasta ahora toda mi vida ha girado en torno al baile.

-Actualmente dirige la academia Isadora, ¿cuándo se fundó?

-La academia la fundó en el año 1979 Fabiola Gutiérrez, que durante cerca de 40 años se ha dedicado a la enseñanza de la danza clásica. En la escuela empezamos a bailar mi compañera Diana Rodríguez y yo. Este año, a raíz de la jubilación de Fabiola, las dos estamos a cargo de la escuela.

-¿Qué valores transmiten?

-Disciplina, compañerismo, respeto, esfuerzo, amor y pasión por la danza. Yo intento transmitir eso porque la enseñanza va mucho más allá de la técnica.

-En edades tempranas, ¿qué beneficios tiene la danza clásica?

-Aparte de los beneficios físicos, porque al final se trabaja con el cuerpo, desde muy temprana edad las alumnas empiezan a tomar conciencia y a valorar lo que es trabajar en equipo, el esfuerzo para sacar adelante el trabajo.

-¿Qué tiene la danza clásica frente a otras disciplinas?

-Es una disciplina que está muy codificada, aunque luego uno es libre de montar lo que su creatividad le permita. Creo que la danza clásica tiene una dificultad técnica como pocas disciplinas.

-En su escuela surgió la iniciativa de celebrar el día de la danza...

-La iniciativa partió de Fabiola y nosotras seguimos sus pasos. Desde que en 1982 se estableció por la Unesco el 29 de abril como el día internacional de la danza, en muchas ciudades se hacen eventos relacionados. Es un día festivo, de celebración y reivindicación para dar a conocer el arte de la danza. En Mérida las escuelas tienen la oportunidad de mostrar en la calle parte de su trabajo. Estamos muy agradecidas al ayuntamiento por organizar el evento.

-En los últimos años, ¿cómo ha evolucionado el baile en Mérida?

-Desde que empecé han abierto muchísimas escuelas de baile en Mérida, aunque de danza clásica está la nuestra y la de Ascensión Ramos. Es verdad que la oferta cultural cada vez es más amplia en la ciudad y eso es muy positivo. La danza académica se mantiene porque al fin y al cabo el que quiera bailar, antes o después, debería pasar un tiempo por una escuela de ballet clásico como base.

-¿Existe suficiente apoyo por parte de la Administración pública?

-La danza es la disciplina artística que menos dinero recibe de la Administración pública desde hace años. En Mérida solo hay escuelas privadas y nos mantenemos con mucho esfuerzo.

-¿Cuáles son sus objetivos?

-Mi objetivo principal es que la escuela siga funcionando como hasta ahora, incluso mejor si fuera posible, y seguir formándome.