La ciudad está a un paso de revivir un año más su legado romano. Mañana arranca la IX edición de Emérita Lúdica, que se extenderá hasta el próximo domingo, con un amplio programa de actividades para volver a darle vida a los monumentos. Las calles volverán a inundarse de ciudadanos ataviados de trajes romanos y, como todavía queda una semana por delante, aún hay tiempo para que los rezagados se hagan con sus atuendos. Hace ya un mes que abrió sus puertas el taller de orientación y asesoramiento en vestimenta romana, en los soportales del templo de Diana. En él, el director artístico del evento Eduardo Acedo ‘Dudu’, junto a dos modistas, llevan trabajando sin descanso para atender a los ciudadanos y elaborar los trajes de la pasarela romana que cerrará como ya es habitual la presente edición, el 10 de junio por la noche, y que se convertirá en un homenaje a los personajes que vivían en Augusta Emerita.

«La participación este año está siendo desbordante. La gente se ha tomado muy en serio el tema del rigor y saben que tienen que vestirse de romanos, no disfrazarse», sostiene Acedo. Más de un centenar de personas han pasado ya por el taller y, en esta ocasión, al diseñador le sorprende la afluencia de señoras mayores: «Me encanta que la generación de las abuelas venga a asesorarse porque están siendo el hilo conductor para transmitir el mensaje de Emérita Lúdica a sus familias». A su juicio, Emérita Lúdica «ha pasado de ser un evento de difusión patrimonial de pequeño formato a un proyecto de ciudad en el que todos se involucran». Acedo considera que la repercusión que está adquiriendo el evento en los últimos tiempos responde al interés mostrado por los emeritenses. «Si el pueblo no hubiera creído en este proyecto no se hubiera convertido en un proyecto de ciudad», subraya.

Con respecto a los consejos que les da a quienes acuden al taller para buscar un vestuario, Acedo siempre recomienda «que no se sientan disfrazados, que se sientan vestidos». Destaca que a la mayoría de la gente le gusta vestirse de patricios o nobles, pero anima a que prueben a caracterizarse de otros personajes propios de la época romana, como senadores, gladiadores, soldados o esclavos. Las telas también son fundamentales a la hora de conseguir el mayor rigor histórico en el vestuario. «El lino era el material que más se utilizaba y también era muy conocida la muselina de seda, pero como es una tela más cara, se puede trasladar a otro tipo de materiales que son más económicos y dan buen resultado», explica el director artístico.

Concepción Quiles, de Tejidos Conchi, destaca que desde hace tres años el interés de los ciudadanos por comprarse telas para hacerse su vestuario va en aumento. «Esto va a más y por las ventas que estoy teniendo diría que casi el doble que el año pasado», puntualiza. En su tienda disponen de todo tipo de telas, con más de 30 colores, y precios de tres a ocho euros. El traje completo puede adquirirse por un mínimo de 15 euros. En definitiva, son pocas las excusas para vestirse y salir a vivir Emérita Lúdica.