Que ha llegado el verano es una realidad más que evidente. Sol, calor sofocante, niños de vacaciones... Sin duda, tiempo de cambios para muchos. Pero Mérida ha encontrado la fórmula perfecta para iniciar el periodo estival. Si este ya se ve engrandecido con el Festival Internacional de Teatro Clásico, el aperitivo de bienvenida que estamos viviendo este fin de semana con el festival de recreación romana Emérita Lúdica es, simplemente, magnífico.

Y es que una iniciativa de emeritenses, echa por emeritenses y para emeritenses no deja de ser algo de lo que debemos sentirnos más que orgullosos. Poder sacar la esencia de esta ciudad, con todo el rigor histórico estudiado hasta el más mínimo detalle gracias a los magníficos especialistas con los que contamos a nuestro alrededor es algo que debemos potenciar, aplaudir y llevar a su máxima expresión.

El cambio de fecha, huyendo de las primeras lluvias del escaso otoño con el que cuenta la ciudad ha sido un acierto. Mérida merece celebrar por todo lo alto su gran pasado romano. Mérida debe aprovechar, al máximo, el legado que nos dejaron nuestros antepasados y que, gracias al Consorcio de la Ciudad Monumental, envidia de muchas ciudades patrimonio, se mantiene y se conserva para su uso y disfrute.

Mérida ha mirado a su pasado durante el fin de semana y ha sabido sacarle ese jugo que, a veces, parece que nos cuesta encontrarle a la ciudad. Por todo ello, fines de semana como el que estamos viviendo, rompen con la apatía que parece, está escrita a fuego en nuestra ciudad. Y así, con esa 'marca Mérida' hemos podido asistir a numerosas actividades o recorrer una Ruta de la Tapa que pocas ciudades pueden llevar a cabo. Recorrer el centro de la ciudad, tras el espíritu de Sentia Amarantis, no tiene desperdicio. Buscar los sabores y olores de Apicio es meterse de lleno en una de romanos y por todo ello, Emérita, más que lúdica, es única.