"No es que suela ir mirando al suelo, pero vi un papel que me llamó la atención, que era diferente, y lo cogí". En verdad, eran dos. Un documento con datos personales y un cheque por valor de 30.000 euros. Un buen coche. La entrada de un piso. Pero Agustín Mateo, vigilante de seguridad emeritense de 40 años, no lo dudó ni por un momento: "Enseguida pensé en llevarlo a la comisaría".

El Cuerpo Nacional de Policía informó ayer de la recuperación por parte de su propietario del talón, gracias a la actuación de este "ciudadano ejemplar". El beneficiario es vecino del municipio pacense de Don Benito, según la nota oficial, si bien Mateo cree que en los datos que él revisó se citaba la localidad cacereña de Miajadas. En todo caso, en el comunicado policial queda acreditada la "gran gratitud" del interesado hacia la persona que había encontrado el cheque.

La Policía explica que el afectado se trasladó a la capital autonómica para hacer unas gestiones y, en el transcurso de las mismas, perdió el documento. En torno las diez de la mañana, Mateo lo recogió, por casualidad, mientras caminaba por la céntrica calle Graciano, también mientras se dedicaba a resolver algunos recados.

"En cuanto vi de qué se trataba, pensé rápidamente en llevarlo a la Policía, con la que tengo cierto contacto por mi trabajo", relata. El cheque era nominal, no al portador, pero asegura que en cualquier caso nunca se le hubiera pasado por la cabeza "intentar cobrar algo así". "La situación no está bien, en Mérida hay mucho paro, pero afortunadamente mi esposa y yo trabajamos, que es lo más importante".

Mateo reconoce cierta sorpresa por la expectación ante la noticia: "Me está llamando mucha gente, amigos y conocidos y tal; la verdad es que no esperaba algo así", asegura. Como vigilante de seguridad, otras veces ha encontrado carteras u otros documentos, que siempre deposita en Correos para que lleguen a la Policía. "Creo que no es para tanto, pero si a esa persona le he sido útil, me alegro mucho".