Los monumentos de la ciudad disfrutaron ayer de la presencia de sus padrinos, es decir, de los miles de escolares pertenecientes a una veintena de centros educativos, que participaron en el proyecto 'Adopta un monumento', a cada centro uno. Los juegos populares y talleres de todo tipo llenaron de vida el patrimonio de la humanidad, en el marco de una iniciativa del Consorcio de la Ciudad Monumental que busca difundir el patrimonio desde la educación y la sensibilización.

Durante la jornada, los estudiantes se repartieron por distintos puntos de la ciudad llevando a cabo actividades como la representación de minidramas, labores de limpieza en los alrededores de monumentos, carreras solidarios, lectura de cuentos o conciertos. Acompañados por más de un centenar de docentes, muchos de los padres también quisieron participar en este proyecto que ha conseguido la implicación de toda la comunidad educativa.

"Nosotros estamos haciendo el juego de la oca, pero en este caso cada casilla es un monumento, para que la gente pueda conocerlos mejor jugando", explicaba a este diario Irene Ledo, alumna de 4º de ESO, del Instituto Sáenz de Buruaga, quien recordó que el objetivo del programa que estaban realizando era "defender y cuidar nuestro patrimonio".