Comprometida con la educación sexual, Esther Calvo, psicóloga y sexóloga, es la propietaria de la boutique erótica Pussycat, dedicada a la venta de este tipo de productos y el asesoramiento. Ubicada junto al Templo de Diana, se trata de un negocio moderno y actual que no deja indiferente a nadie.

-Su condición de psicóloga y sexóloga, ¿qué campos abarca?

-Sobre todo lo que hago es ayudar en el ámbito sexual, soy psicóloga pero no ejerzo de psicóloga. Por ello lo que más me gusta es eso, cuando viene la gente y pregunta en torno a la sexualidad, pues poder darle un toque más profesional.

-¿Cómo ve el sector en Mérida en concreto?

-Al principio nos pareció arriesgado, pero actualmente llevamos cuatro años. Es cierto que mucha gente no nos conoce porque lo habitual es comprar estos productos por internet, pero como el asesoramiento en tienda no hay nada parecido. En la compra on line muchas veces no sabes qué es lo que estás comprando.

-¿Existen tabús entre los emeritenses? ¿Suelen acercarse a la tienda?

-Sí tenemos mucha clientela, pero claro que hay tabús y mucho pudor, sobre todo en los comentarios que escuchaba al principio cuando abrimos la tienda. Al tener un gran escaparate transparente se ve todo lo que hay dentro, te ven incluso cuando te encuentras dentro de la tienda. A la gente le da vergüenza porque dicen: «Me están viendo que estoy comprando aquí productos eróticos». La gente más vengonzosa viene y solicita un tapersex, que se hace dentro de la tienda, y no te ve nadie, o en casa. De esta forma presentamos productos, siempre voy yo e intento que sea algo divertido pero que además aprendamos algo, llevándolo como siempre al terreno de la educación sexual.

-En cuanto al público, ¿entre qué edades oscila y de qué es, en pareja o en solitario?

-Principalmente viene gente que tiene pareja para buscar cosas nuevas. Las edades van comprendidas entre adolescentes que vienen a preguntar e incluso personas de 80 años. La sexualidad abarca desde que nacemos hasta que morimos, por tanto si nos atrevemos a explorarla tendremos un amplio abanico.

-¿Se demandan muchos productos de este tipo en las Navidades? ¿Y para el Día de los Enamorados?

-En Navidades sobre todo, de hecho diciembre y enero son los meses que más facturamos con diferencia. Además, se hacen muchos regalos para amigos invisibles. Es decir, no solo entre parejas sino que la gente también opta por regalar cosas distintas que, bueno, pues puedan servir. En San Valentín también, y en esta fecha añadimos a los productos que tenemos en tienda alguna actividad más como puede ser una cena en el restaurante de Gonzalo Valverde, que se demandan muchísimo. De hecho con la cena creo que tenemos lleno el viernes y el sábado de esta semana.

-¿Qué tipo de actividades oferntan en su negocio?

-Hacemos talleres de fortalecimiento del suelo pélvico, o la cena. También me gusta hacer talleres relacionados con la sexualidad femenina, se debe insistir porque al final las mujeres, aunque la sociedad avanza muy rápido, se conocen muy poco y disfrutan mucho menos. Por ello, deberíamos fomentar el autoconocimiento y la aceptación de nuestra propia sexualidad.