Técnicos de la Concejalía de Medio Ambiente están estudiando medidas para erradicar, sin exterminarlas, a las decenas de palomas que habitualmente están por el centro de la ciudad y que se concentran en la plaza de España.

El problema se ha agudizado con las obras de remodelación de las cubiertas de la concatedral de Santa María que se están llevando a cabo, que priva a las palomas de sus nidos y lugares de refugio. Ante esta situación, se han asentado en los alrededores montando nidos en balcones y tejados de edificios cercanos.

EXCREMENTOS El principal inconveniente es que los excrementos de estas aves son muy corrosivos y dañan estructuras metálicas y ensucian paredes y las piedras de los monumentos. Además, manchan poyetes de ventanas, terrazas, ropa tendida, balcones, coches y peatones.

Ya han sido varios los vecinos de la zona centro que se han dirigido por carta al ayuntamiento quejándose de esta situación y pidiendo una solución del problema.

En este sentido, la concejala de Medio Ambiente, María Luisa Tena, señaló que el número de palomas en el centro es excesivo "sin llegar a constituir una plaga, para lo que estamos buscando una solución que sea la menos traumática para estas aves y sacarlas de ahí", explicó.

Una de estas medidas era la contratación de un cetrero, "pero hemos visto que con este método los resultados no han sido buenos en otras ciudades", por lo que se ha descartado.

Mientras tanto, y hasta que encuentren una solución, la concejala pide a los vecinos que no alimenten a las palomas en la plaza de España durante un tiempo.