Las excavaciones que el Consorcio de la Ciudad Monumental lleva a cabo en el corralón de Blanes, en la calle Almendralejo a la altura del aparcamiento del Parador de Turismo, han deparado un hallazgo espectacular, un mausoleo de época romana de planta cuadrada prácticamente intacto.

Según explica el arqueólogo Javier Heras, responsable de la excavación, en el boletín informativo Foro, el edificio funerario está fabricado con sillares de granito y se encuentra en perfecto estado de conservación.

Entre las características del mausoleo, destaca que no tiene puertas, por lo que al interior debían acceder por la parte superior, y que hay un hueco donde estaría colocada la placa con los nombres de los difuntos.

En el interior se encontraron cuatro urnas de piedra caliza que contenían los restos de personas que habían sido incineradas. La altura de este recinto funerario es de 4,40 metros.

Este es uno de los pocos mausoleos hallados en Mérida que se encuentran conservados en su integridad, ya que lo normal es que una vez abandonados, los sillares se reutilizasen para otro tipo de construcciones. Por sus dimensiones y estado de conservación puede compararse al que se halló en su día en el lugar donde ahora está situada la depuradora de aguas residuales, cuyo proyecto hubo de ser variado ligeramente por el hallazgo.

En esta intervención arqueológica en pleno centro de la ciudad, y que tiene una extensión de 5.500 metros cuadrados, trabajan tres equipos. Al margen del mausoleo, también se han hallado varios edificios industriales relacionados entre sí, numerosas columnas y quince incineraciones fechadas entre finales del siglo I y comienzos del siglo II. Además, se han encontrado restos de construcciones de época visigoda y un tramo de calzada. Entre los objetos personales encontrados destacan unos pendientes de oro que estaban en la tumba de una niña.