Ante la inquietud provocada por el cierre durante un mes de la fábrica Extremeña de Grasas y la preocupación de muchos empresarios que llevan allí los despojos procedentes de sus mataderos, la compañía quiere aclarar que durante el cierre seguirá recogiendo dichos despojos.

Pese a paralizar la actividad entre el 15 de agosto y el 15 de septiembre, la empresa recogerá los subproductos cárnicos para trasladarlos a otras plantas de la región e incluso de la provincia de Sevilla, donde se encargarán de su tratamiento y transformación. De esta forma, ningún cliente de la fábrica de grasas se verá afectado por el cierre temporal.

Este cierre no ha sido el único en lo que va de legislatura del actual gobierno local, ya que, el mes pasado, la fábrica cerró sus puertas durante cuatro días para realizar un ajuste técnico de las maquinarias, comprobar el funcionamiento de los equipos y los sistemas e instalaciones de desodorización, periodo durante el cual siguió recogiendo los productos, al igual que hará en esta ocasión, sin generar algún problema para sus clientes.