Representantes de la fábrica Extremeña de Grasas están buscando un lugar para trasladar la factoría instalada en el polígono industrial El Prado y que tanto problemas y quejas vecinales están causando malos olores ha causado.

Así se lo hicieron saber ayer al alcalde Angel Calle, con quien se reunieron. El fin es conseguir un terreno que esté a cinco kilómetros de Mérida y en el que la dirección de los vientos predominantes haga posible que los malos olores no lleguen a la ciudad.

Calle indicó que darán a la empresa todo tipo de facilidades para agilizar los trámites administrativos de la construcción de la nueva factoría, "que será más moderna". También indicó que así se mantendrán los puestos de trabajo y la fábrica "podrá seguir prestando un servicio adecuado a todos los mataderos de la región", subrayó el alcalde.

Sobre los lugares que se están barajando, Angel Calle indicó que todavía no hay nada concreto, "pero debe de estar en un sitio donde no moleste a nadie".

El alcalde señaló que la empresa está cumpliendo con los acuerdos suscritos el pasado mes de junio para buscar una solución a los malos olores producidos por Extremeña de Grasas. Así, el primero de ellos era el traslado de la fábrica en un periodo máximo de 18 meses.

Otro de los puntos del acuerdo era la reducción de los malos olores a corto plazo, lo que se consiguió tras una inversión, por parte de la empresa, de 100.000 euros.