Mérida

La feria de octubre se comenzó a celebrar el 10 de octubre de 1907 y su desarrollo tuvo altibajos. Se ha convertido en la feria de los gitanos. Ya no hay rodeos, ni ferial, ni payos que hagan sus tratos con los gitanos. Todo se ha relegado a tres días, 10, 11 y 12 de octubre en la plaza de España donde al atardecer cantan, bailan y se toman sus copas en los quioscos de la plaza o en los bares cercanos.

Ya no es la feria, incluso de los gitanos, de la época de los cincuenta y sesenta. Hasta los ochenta hubo un auténtico fervor gitano por asistir a estas fiestas. Venían de toda España y entre ellos se conocían, se hacían novios o expositaban . Y cada año se celebraban algunas bodas por su rito.

EL CANTE

Tres días de cantes, de convivencia entre ellos; y los payos a observar lo que se cocía en esta raza. En la plaza de España se hacían corrillos y se bailaba y se cantaba principalmente tangos y jaleos extremeños, sin faltar bulerías y soleá hasta la madrugada, que marchaban a sus casas y antes de acostarse se tomaban unas buenas sopas de tomates con unas sardinas asadas en la lumbre que hacían en las puertas. Todo era real. Y las sopas en su sencillez, no son fáciles de hacer, les daban un sabor especial que llegó a ser el plato favorito de esta raza en estas celebraciones de la feria Chica . Se ha perdido. A esta feria han asistido los cantaores flamencos mejores del momento, pero de forma desinteresada, venían a estar con los suyos; hasta que la política se hizo cargo de algunos gastos y se acabó lo que se daba. Cambió radicalmente.

Hoy, con subvenciones municipales sólo se centra en unos festejos a los que no todos acuden, ya no hay noviazgos, ni bodas, el gitano ya no hace tratos de mulas, burros o cabellos, ahora su negocio se centra en los mercadillos, zapaterías y empresas de todo tipo que han relanzado la economía gitana en muchas familias. La autenticidad da paso a una integración mayor, ya hay gitanas universitarias y los más jóvenes acuden a las escuelas a poner su granito de arena en la consecución de una preparación mejor de esta raza. Falta, pero van por buen camino.

EXPOSITAR

La pareja que tenía problemas familiares, de la única forma de que ambas consintieran a sus sentimientos era escapándose (expositar). El novio depositaba a la novia en casa de un familiar. Ni tocarla. La virginidad era la firma del compromiso en la futura boda. Ya, según la ley gitana, no se podían oponer los padres y al cabo de unos días se entregaba a la familia de la novia con el compromiso de boda. Incluso se hacía una pequeña fiesta, como una pedida de mano. Todo era puro. Los noviazgos eran cortos y se casaban muy jóvenes, de ahí que Enrique Salazar, limpiabotas del Círculo Emeritense, ahora lo es su yerno Angel Silva Pardo , fuera abuelo a los treinta y pocos años.

Sólo se celebran en Mérida estos festejos. Su continuidad está en los gitanos. En sucesivos capítulos conoceremos como eran las bodas, la convivencia en su entorno y los gitanos emeritenses.