MERIDA

Los gitanos preparaban con antelación suficiente la Feria Chica. Proyectaban el programa de festejos en la posada de Leoncia Pérez, la posá de la tía Leoncia , casada con José Chamizo, el tío hostia , en la calle el Puente, donde hoy se ubica la glorieta de las Méridas del Mundo.

Los gitanos celebraban las bodas y tomaban sus copas y hacían sus tratos, entre botella de vino y tertulia, en el rodeo, y también en la misma calle el Puente, donde se asentaban una buena parte de los empresarios que vendían sus mercancías en la feria: guarnicioneros, esparteros, bares, posadas, restaurantes, barberías, comercios...

Allí se concentraban la mayoría de los gitanos. Al anochecer marchaban a la plaza de España donde hacían una juerga más popular.

Se cantaba por jaleos y tangos extremeños. Se conocían los gitanos que venían de fuera y se celebraban las bodas que se acordaban para estas fechas y así, reunidas las familias gitanas en conjunto, conmemoraban estas efemérides. Todos los gitanos formaban una gran familia.

LAS BODAS El rito gitano en la celebración de los matrimonios ha ido perdiendo autenticidad con el paso del tiempo. En Mérida se celebraban cada año varias bodas, y ahora, lamentablemente, ninguna. El lugar donde se hacía el rito de la virginidad era la posada de la tía Leoncia , u otros lugares que el padre de la novia buscaba.

Hemos asistido a varias bodas gitanas en la plaza de España. Es un auténtico espectáculo. Conocí hace más de veinte años a una pareja de gitanos: Enriqueta y Manolo, que se casaron así.

Después del rito gitano vino una canción: el Yeli, yeli , que es todo un homenaje a la mujer y a la virginidad: Enriqueta tú te ajustastes/ y a Manolo lo coronastes/ Yeli, yeli, yeli ya./ Qué bonita es la novia,/ que la quiero ver./ Enriqueta de la junquera/ pon tu pelo de cabecera./ Qué bonita está la novia,/ que le han pisado el pie,/ sus zapatitos blancos/que los quiero ver./ En un verde pardo,/ tendí mi pañuelo/ salieron tres rosas/ como tres luceros./ Ya está la novia vestida/ del color de la azucena/ y los gitanos la llevan/ ramito de hierbabuena./ Calé junta los pies,/ verá lo bueno/ de tu mujer./ De tu mujer/ nardo y clavel./ Yeli, yeli, yeli, ya./ Ya siento un tilín, tilín/ hay un tilín, tilín, tilán/ que los gitanos madre/ cantando por soleá .

La madrugada llegaba con estos y otros cantos.

El padre de la novia terminaba en un éxtasis y se rasgaba su camisa y la del novio y parte del traje de la novia entre salmo y salmo del Yeli .

Esta canción se hacía por jaleo o tangos extremeños, pero también se cantan por bulerías y otros palos del cante jondo. Los gitanos venían de toda España, principalmente de Cataluña y Madrid.

En la plaza de España se formaban los famosos corros, donde las familias cantaban y bailaban todo el día para regocijo de los emeritenses y de los turistas, que iban de corro en corro empapándose de la cultura gitana.