Los emeritenses se van de vacaciones. Este verano, las fechas para salir de la ciudad han sido muy variadas pero, como informan desde Valsol Viajes, "el punto fuerte para coger vacaciones sigue siendo la feria". Aún así, prefieren julio a agosto, debido a los altos precios de este mes.

Del día uno al día ocho de septiembre son muchos los emeritenses que deciden tomarse un respiro y descansar en las costas de España. Las agencias de viaje, como Valsol, ofrecen paquetes de distintos tipos y precios al gusto del consumidor. Angel, de esta agencia, comenta que "los paquetes de autobús y hotel para Benidorm y para la Costa del Sol son los que más se están vendiendo". Estas playas tanto por precios como por cercanía son las más populares, ya que puede salir por persona --los ocho días-- entre 300 y 400 euros, con el autobús y la pensión completa. "Es un pack muy económico para las familias porque los niños van gratis", comenta. De esta forma, una familia media puede pagar en torno a los 675 euros con estas ofertas.

En esta misma línea, desde Galán Tours han observado que las tendencias siguen siendo las mismas del año pasado. Las costas de España son las preferencias de la mayoría. A su vez, estas oficinas están de acuerdo en que de cada centenar de reservas, setenta escogen costa. En cuanto a destinos internacionales, Italia es el país más solicitado. Son más los circuitos por Europa contratados que los de fuera de esta, y son los jóvenes los que se apuntan a este tipo de viajes. Aún así, la opción de viajar fuera del país se ha reducido en los últimos años debido a la situación económica actual. En este sentido, el precio que suelen gastar de media por persona en un viaje en el extranjero oscila entre los 1.000 y los 1.200 euros. Es por esto que "la gran mayoría prefiere las costas de España", insiste Isabel, de Galán Tours.

En suma, y como balance del desarrollo del verano de 2015, "está todo bastante lleno y es una buena noticia para los hosteleros más que para nosotros", alegan desde Galán Tours. Esta sentencia se debe, y así coinciden ambas agencias, a que aunque la ocupación hotelera esté casi al 100%, el trabajo de las agencias es más arduo y cansino. De esta forma, los hoteles pueden permitirse subir sus precios hasta casi un 20% con respecto al año pasado, mientras que los paquetes de las agencias de viajes siguen costando lo mismo.