TTtenemos varias cosas que, por tradición, se repiten cada año: las nieblas de la Mártir, las tormentas del Trecenario y la disputa de los festivos para el año siguiente. Y es que, en este asunto, nunca deja de llover a gusto de todos máxime cuando, con el cambio de gobierno, se dejaba entrever que, por fin, el tan manoseado Martes de Carnaval sería festivo.

Sobre todo, al ser el alcalde un buen carnavalero. Sin embargo, por encima de todo, Osuna es alcalde y, como tal, debe velar por aquello que sea mejor para toda la ciudadanía. Y ahí ha capoteado su primer temporal. La declaración del Día de la Mártir como festivo ha sorprendido a quienes esperaban que, al caer en sábado, no lo sería. Pero el sábado es laborable y, por tanto, debe declararse festivo para que todos los emeritenses puedan disfrutar del día de su patrona. Cómo lo disfruten, es harina de otro costal. Lo cierto es que el debate ha estado servido y el alcalde ha puesto, por encima de su pasión carnavalera, los intereses de la hostelería, que tanto en Feria como en la Mártir viven sus días fuertes y contratan personal.

XLA CUESTIONx hubiera estado, quizás, en la feria. Es cierto que en todos los sitios hay un festivo en feria al coincidir con su patrón. Como en Mérida somos especiales hasta para eso, se nos riza el rizo. El modelo de feria está obsoleto y todo apunta a que el Gobierno Municipal deberá hacer un gran trabajo de renovación. Sería bueno, pues, buscar dicha renovación con las fechas de la misma y hacerlas coincidir con el festivo del Día de Extremadura. De esta manera, se ganaría un día y nadie salía perjudicado porque, entiendo, las empresas seguirán cerrando en los días de Feria y, las que abran, tendrán su horario especial.

La patata está caliente y tendrá alivio en el año 2017 coincidiendo con el día de la Mártir en domingo. ¿Qué pasará en el 2018? Tiempo habrá para estudiar propuestas pero el caso es que, al menos en esta ocasión, tampoco se ha levantado tanta polvareda. ¿Estaremos madurando?