La ‘fiebre’ por las apuestas deportivas se asienta en Mérida. La ciudad cuenta en estos momentos con cuatro casas de juego y con los envites deportivos pleno auge, el ayuntamiento tramita los permisos para abrir una quinta. Este tipo de locales proliferan en toda Extremadura y están en el punto de mira porque resultan especialmente atractivos para los menores. Un «problema actual» sobre el que el consistorio emeritense tomará medidas si es necesario, como en su día hizo con la venta de alochol sin licencia.

«Nos preocupa, pero como puede preocuparnos cualquier conducta que pueda ser perjudicial para la salud de los menores», explica el delegado de Sanidad, Marco Antonio Guijarro. El tema ya se ha abordado en una reunión con la secretaria de Drogodependencias del Servicio Extremeño de Salud y según detalla, la idea es consensuar a partir de marzo una estrategia autonómica para evitar el acceso de los menores de 18 años a este tipo de locales.

Y es que no solo en Mérida, sino en toda la región «se ha detectado gente joven a las puertas de los establecimientos». De hecho, también el consistorio cacereño mostró la pasada semana su preocupaciónpor el aumento de los locales de apuestas en la ciudad (hay seis, más otros dos pendientes de los permisos) y la «significativa» afluencia de jóvenes en sus inmiediaciones.

Pero, ¿cuál es el secreto de su éxito? Las apuestas están ligadas a internet y por tanto disponibles las 24 horas, todos los días del año. En las casas, los jugadores tienen la oportunidad de retarse por acertar el resultado final de un partido, una carrera o una competición, llegando incluso a multiplicar por 500 las ganancias iniciales. Da igual ser aficionado o no y da igual fútbol que baloncesto o carreras de caballos y galgos.

«Los mayores de 18 años tienen total libertad, pero nuestra obligación como administración es velar para evitar que en estas salas entren menores», reitera el concejal de Sanidad.