El estreno de la feria de Mérida se podría tildar de aceptable si nos atenemos al número de personas que acudieron por la noche, en su primer día, al recinto ferial.

Las casetas que más afluencia de público tuvieron fueron las del Partido Popular y la de las Nuevas Generaciones del PP, que cuentan con el valor añadido de una pequeña discoteca para que la gente pueda bailar con más comodidad y no tenga que hacerlo como en el resto del recinto, en la arena. En otras casetas tradicionales como la del PSOE, el ambiente era algo más frío, ya que en toda la noche no fueron muchas las personas que se acercaron hasta allí.

Al mediodía, el ambiente es muy distinto. Cientos de personas, en su mayoría jóvenes, salen a la calle y se desplazan hasta la emblemática calle John Lennon a seguir con la fiesta. Ya ayer, numerosas personas se agolpaban a las puertas de los bares y pubs, que mantenían sus puertas abiertas, mientras que la gente pedía la bebida típica en estas fechas, los rebujitos. Los emeritenses continúan en esta zona hasta bien entrada la noche, ya que muchos piensan que es el mejor lugar para divertirse de manera más informal.

NOVEDAD

Como gran novedad este año la feria cuenta con una de la norias más grandes de Extremadura. Esta atracción es uno de los elementos más característicos de todos, ya que se ve a gran distancia, por lo que en cierta manera traslada el ambiente del ferial al resto de la ciudad.

Como siempre el botellón es el gran problema, tanto para jóvenes como para los ciudadanos que viven cerca del lugar de reunión. La calle Anas, lugar prohibido por el ayuntamiento, ha sido el sitio escogido para el acto este año. Ayer miles de jóvenes, que en ningún momento fueron molestados por la policía, se reunieron en la zona y rozaban récords de asistencia como el del sábado de feria del 2002.