Funcionarios de la Junta cortaron ayer el tráfico en la rotonda del puente de Lusitania como medida de protesta contra la decisión del ayuntamiento de prohibir que los autobuses que los transportan desde Cáceres y Badajoz paren cerca de sus oficinas.

El primer corte se produjo de 7.45 a ocho de la mañana, una hora punta, y logro colapsar la circulación. El método utilizado era cruzar continuamente los pasos de peatones de la rotonda del puente de Lusitania. La medida cogió desprevenida a la policía local.

El segundo corte se produjo entre las once y doce del mediodía, a la hora del bocadillo de los funcionarios. Esta vez la policía local desvió el tráfico en la rotonda del mercadillo y en la del puente de Hierro, por lo que la incidencia en el tráfico fue menor.

El corte fue precedido de una concentración ante las puertas del ayuntamiento, donde los funcionarios desayunaron sus propios bocadillos, ya que han decidido hacer un boicot y no consumir en los establecimientos de Mérida.

Por su parte, el concejal de Tráfico, Manuel Balastegui, afirmó, en una nota, que los funcionarios deberían protestar contra la Junta "que hace unos años se negó a construir los aparcamientos que por ley debería haber establecido para sus trabajadores -400- y tampoco colaboró con el ayuntamiento en la construcción del aparcamiento de 150 plazas de la calle Ciñuelas".

Las empresas de transporte han recibido ya el escrito de que a partir del día 17 deben parar en la estación de autobuses. Leda, que reconoce el problema que generan, ha propuesto al ayuntamiento que los autobuses paren de manera más escalonadas y suprimir algunas paradas en el centro.