Cuentas aún más austeras para el Ayuntamiento de Mérida, y sobre todo, más controladas en el tiempo. Estas son las premisas que baraja el gobierno local emeritense al estudiar los presupuestos municipales para el próximo año. Cuando hace apenas tres meses que el pleno del consistorio aprobó los que actualmente están vigentes --una aprobación bastante retrasada por la incorporación de los fondos del segundo Plan E y las medidas incluidas en el Plan de Reactivación--, al ejecutivo local le toca ponerse a trabajar para elaborar los del año próximo.

Y aunque "todavía no se sabe nada" sobre las partidas, el alcalde, Angel Calle, sí ha confirmado a este diario que "muy posiblemente, en el 2011 habrá que hacer un presupuesto para seis meses". Calle aseguró que los primeros movimientos no se han abordado todavía y no especificó qué áreas sufrirán los mayores recortes ni tampoco si las prioridades --al igual que este año-- serán el mantenimiento del gasto público, de los servicios sociales y de personal.

A este respecto, sólo afirmó que el del próximo año "será un presupuesto menor en el tiempo, menor en la cuantía de ingresos y menor en gastos, porque si ahora estamos en un presupuesto de guerra, el año que viene va a ser un presupuesto de más guerra", reiteró.

Así, queda claro que "no se pueden prorrogar las cuentas del 2010 porque los ingresos del 2011 no van a ser los mismos, y por tanto, el gasto tampoco puede ser igual". Por ello, aunque según el primer edil el presupuesto municipal ya se ha sometido a un importante "plan de saneamiento", todavía habrá que recortar más, ya que la realidad de la crisis económica prevé una reducción del 16% en los ingresos de las arcas públicas de Mérida, que pasarán de 74,5 millones en el año 2009 a 63 en el presente ejercicio.

El gobierno local está perfilando las próximas cuentas, que volverán a estar marcadas por la austeridad en un año de elecciones municipales.