El Ayuntamiento de Mérida no subirá los impuestos el próximo año más allá de lo que marque el IPC a final del presente año, aunque no parece que vaya a subir este índice. Los tributos se van a mantener como este año, reiteraron ayer la portavoz municipal, Estrella Gordillo, y la delegada de Hacienda, Mercedes Moyano. Así lo manifestaron al anunciar un plan de saneamiento financiero, que se desarrollará hasta el año 2015 y que hoy debe ser ratificado por el pleno municipal. Consiste en acuerdos con entidades bancarias para el pago de 11,5 millones de euros a proveedores a los que se les deben deudas desde la época del anterior gobierno local. Los impagos a las pequeñas y medianas empresas ascienden a 18,5 millones de euros, pero esos 11,5 millones de euros a pagar son los que había como remanente de tesorería a 31 de diciembre pasado y que es lo que le permite la legislación. El alcalde espera poder firmar mañana esas operaciones de endeudamiento para que el dinero esté esta misma semana en las arcas municipales y proceder así al pago de esas deudas; primero a las facturas debidas más antiguas.

El plazo de financiación de esta cantidad es por seis años, dos de carencia y cuatro de amortización; y se han sellado con el Banco Santander Central Hispano (2,5 millones de euros), Caja de Badajoz (3 millones), BBVA/BCL (3 millones) y Caja Rural de Almendralejo (3.088.554 euros).

Moyano y Gordillo insistieron en que esos pagos de las deudas a proveedores no va a suponer "en ningún caso" una subida de impuestos a los ciudadanos, ni que se va a recortar en políticas sociales, sino que se van a reducir gastos de otro tipo, sobre todo en Personal, dejando sin cubrir plazas vacantes; por ejemplo, este año, 16 (la mayoría por jubilación e incapacidad laboral), que supondrán un ahorro al consistorio de 425.401 euros; cantidad que superará el millón de euros el próximo año. A este respecto, la edil de Hacienda insistió en que la plantilla del ayuntamiento "es excesiva y es muy difícil afrontar la nómina de los trabajadores". No en vano, ese pago a los empleados supone un desembolso mensual de dos millones de euros en nóminas, entre los trabajadores fijos y los temporales.

INGRESOS Además, el gobierno local también prevé ahorrar en gastos corrientes, restando partidas destinadas a la iluminación navideña, a actividades juveniles o de las subvenciones que se dan a asociaciones sin ánimo de lucro o a clubes deportivos, comentaron. Asimismo, espera que los ingresos por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) aumenten en 1.050.000 euros este año por 4.200 nuevas altas catastrales, indicó Moyano.

Por el contrario, en el apartado de impuestos indirectos, el ayuntamiento prevé un descenso del 25% en la liquidación del impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras sobre el año 2008 y del 20% en el 2010. El resto de la recaudación, según los cálculos del ayuntamiento, será similar a la de años anteriores, recalcó la responsable de Hacienda, que recordó que "pagando a los proveedores también creamos empleo".

En cualquier caso, el delegado de Personal, Juan Espino, explicó que ese recorte en las plazas vacantes "es una medida provisional", y que con el dinero que se iba a destinar a ellas se pagará a los proveedores.

Estas medidas del plan de saneamiento financiero se enmarcan en el real decreto ley aprobado el pasado 24 abril por el Gobierno, que autoriza a los ayuntamientos a endeudarse con este fin por un importe máximo de su remanente de tesorería a 31 de diciembre del 2008, esos 11,5 millones en el caso de Mérida.