La construcción de la futura ciudad deportiva en la zona del polígono Nueva Ciudad está provocando un nuevo enfrentamiento dialéctico entre equipo de gobierno y oposición.

Así, tras el acto simbólico de la colocación de la primera piedra, a la que no asistieron los concejales del PSOE para "no participar en el negocio de unos pocos", y después de anunciar que si ganan las próximas elecciones anularán la forma de gestión de la ciudad deportiva, ayer, el concejal de Deportes, Fernando Molina, acusó de "traidor político de Mérida" al portavoz del grupo municipal socialista, Angel Calle.

Además, Molina afirma que Calle miente al decir que "falta a la verdad con sus informaciones sobre el complejo deportivo".

Para Molina, el portavoz socialista trata como "estúpidos" a los emeritenses al querer confundirlos sobre las posibles consecuencias que traería a Mérida la construcción de la ciudad deportiva.

Por su parte, el grupo municipal socialista se reafirmó ayer en la idea de que la construcción de esta nueva infraestructura deportiva será "un negocio ruinoso para los emeritenses" y que supondrá "una hipoteca para la ciudad". El PSOE se basa en el acta de la junta de gobierno de marzo, que dice que la empresa recibirá "una subvención de 480.000 euros, actualizables cada 12 meses mediante IPC".