La ciudad de Mérida va a recibir de distintas instituciones unos beneficios que van a repercutir de forma ostensible en la ciudadanía.

La Junta de Extremadura ha comenzado los proyectos y posterior obra del Tercer Milenio , que viene a subsanar un espacio perdido, el antiguo poblado de La Paz, donde se van a instalar cinco consejerías.

En este mismo lugar se han ofertado los juzgados y la Comisaría de Policía. El ayuntamien-to decidirá al final dónde van a ir ubicados estos dos organismos; la comisaría desean que sea en la zona de Los Bodegones, y los juzgados posiblemente en el antiguo cuartel de artillería Hernán Cortés. Por operatividad, lo ideal sería que ambos estuvieran en el mismo lugar.

La Unión Europea va a habilitar fondos para el arreglo del lago de Proserpina. Una vieja añoranza de todo el pueblo de Mérida. A muchos les parece un sueño, que puede convertirse en realidad.

Del Plan de Excelencias Turísticas mandarán dinero para promocionar y habilitar ciertos espacios de la ciudad. El Museo Visigodo, en el antiguo cuartel de la Guardia Civil.

La Ley de Grandes Ciudades pueden dar un vuelco a la ciudad. Son beneficios que sólo llegan a ciudades superiores a los doscientos cincuenta mil habitantes, las capitales de provincia que tengan más de doscientos mil y las capitales con sede autonómica, caso de Mérida; sería la única ciudad extremeña que conseguiría semejante empuje. Pasará primero por el Congreso y Senado y después por la Asamblea de Extremadura, que lo aprobará, es algo que nadie duda.

Todas estas aportaciones, algunas ya iniciadas, tienen que pasar por unos trámites que fecha a fecha se irán cumpliendo. Hay ciudades como Cáceres y Mérida que son auténticas joyas de la región, con otras que en menor intensidad arropan una zona eminentemente turística que puede brindar lo que pocas ciudades pueden ofertar, como los restos arqueológicos más importantes del país. Nos ha tocado la lotería.