Una llamada telefónica a la diez de la mañana de ayer alertó a la Policía Nacional de la presencia de un joven muerto junto al puente Nuevo. El cuerpo se hallaba al lado del circuito de educación vial.

El fallecido, de entre 15 y 17 años, estaba tumbado boca arriba. Vestía un jersey marrón abierto en el centro con cremallera, unos vaqueros y unas deportivas con cordones desatados. LLeva el pelo al estilo rafta sujetado por un cintillo verde. El color del pelo era rubio.

Tras una primera observación ocular, los agentes que se desplazaron calcularon que llevaba muerto entre cinco o seis horas, por lo que el fallecimiento se produjo de madrugada.

En cuanto al modo en cómo se produjo la muerte, todo apunta a que se precipitó al vacío. La altura del puente en ese punto es de unos 25 metros.

El cuerpo no se trasladó al cementerio hasta la una de la tarde. A esa hora llegó la médico forense desde Badajoz. Tras realizar algunas comprobaciones ordenó el levantamiento del cadáver. La policía encontró en los bolsillos del joven efectos personales y dos papeles escritos doblados y mojados. No llevaba documentación.

El coordinador policial del caso manifestó anoche que ya habían identificado al joven. También afirmó que no podían dar a conocer quien era por tratarse de un menor. Además indicó que aún no se le había realizado la autopsia y que las investigaciones para esclarecer esta muerte seguían abiertas.