Una escultura romana de grandes dimensiones ha sido hallada en la excavación arqueológica que se está realizando en el convento de San Andrés, entre la calle Oviedo y la plaza de Santo Domingo. La escultura está esculpida en mármol y representa un león tumbado que sostiene entre sus garras la cabeza de un carnero.

El hallazgo fue realizado por un equipo del Consorcio de la Ciudad Monumental dirigido por el arqueólogo Santiago Feijoo. La figura estaba entre los restos de una muralla medieval del siglo IX, al lado de la puerta y junto con unos sillares.

Santiago Feijoo indicó que este tipo de esculturas se ponían en monumentos funerarios. Se colocaban en parejas y actuaban de un modo simbólico como guardianes.

Según el boletín informativo del Consorcio, Foro, la representación de leones apresando entre sus garras delanteras una cabeza de carnero o humana tiene en el mundo romano un carácter protector asociados al mundo de la muerte.

En Mérida se podrían ver en las primeras áreas funerarias que se crearon tras la fundación de la ciudad a partir del año 25 a.C. Feijoo indicó que a principios del siglo pasado se encontró otro león de este tipo en una puerta sobre el puente romano. Aunque peor conservado, no se descarta que sea su pareja.

Santiago Feijoo considera que el león encontrado en las excavaciones de San Andrés se reutilizó en época medieval como un elemento de la muralla islámica y con el mismo objetivo para el que fue creado por los romanos, avisar a los posibles intrusos que podían morir si intentaban traspasar esa línea.

ESTADO La escultura se encuentra en perfecto estado, "aunque la cara está algo desgastada, no sabemos si a propósito. La original no se conserva. En el siglo IX le debieron hacer una cara nueva, más esquemática", precisó. En concreto se refiere a los dos ojos y a la boca, que no son naturales. Otro rasgo de la escultura son dos orificios en los lomos del león, que serían utilizados para encajar unas garras metálicas para transportarla.