La historia que estamos relatando cada domingo sobre como llegó a Mérida el asilo de ancianos en 1947 ha podido realizarse gracias a la ayuda de la actual madre superiora María Livia Cifuentes, la colaboración de Antonio Olivas --su padre, Julián Olivas Díez, secretario de la Alcaldía, funcionario y jefe de Protocolo del ayuntamiento emeritense fue quien gestionó la compra del terreno donde se encuentra ubicado el Asilo de Ancianos--. Datos del archivo histórico donde José Antonio Peñafiel nos ha facilitado información.

DE COLEGIO A ASILO Mérida necesitaba un lugar para recoger a los ancianos desamparados. La madre María Cruz encuentra un local donde instalar la Casa Asilo. El comienzo de esta semilla fue la cesión de las Madres Concepcionistas de un local que había sido colegio de niñas. La madre Trinidad Cabreja, monja Concepcionista, nos cuenta que un poco antes de llegar ella en 1945 se cierra el colegio donde tenían a muchas niñas emeritenses dando cultura general, ingreso de bachillerato, labores, música y mecanografía.

Este colegio estuvo diez años abierto, comenzó el 1 de octubre de 1935, con el consiguiente parón de la guerra civil. Diez años son los que habían solicitado y al cumplirse decidieron cerrarlo. Se encontraba en la calle San Francisco de esquina con lo que era la plaza de Jesús, después plaza del Parador y ahora de la Constitución. Hubo necesidad de acoplarlo a las necesidades de entonces. Antonio Olivas nos relata la distribución. Tenía una entrada y la cocina a mano derecha con una puerta que daba a un patio. A la izquierda, un gran dormitorio y a su lado otra dependencia como dormitorio para las hermanas, y al final la capilla.

El acta de constitución cuenta que al mudarse la escuela a otro grupo, sólo podía ser el colegio Trajano que se encuentra a escasos metros.

Sin embargo, según algunas alumnas, la escuela desapareció como tal, como ya hemos relatado y marcharon a otros colegios, pero no fue un traslado sino un cierre definitivo.

El ayuntamiento, que subvencionaba con 600 pesetas mensuales este centro escolar femenino, siguió aportando esta cantidad para que así el asilo no tuviera este gravamen. El ayuntamiento prometió aumentar la cantidad si se trasladaba a un lugar propio.

LAS PRIMERAS Con el permiso del señor obispo de Badajoz, José María Alcaraz Alenda, llegaron las cuatro hermanitas que habían de formar parte de la comunidad: madre Antonia de San Francisco, sor Marina de San Ildefonso, sor Carmen del Angel de la Guarda y sor María de San Francisco de Asís Coello.

Pasado algunos días recibieron los primeros ancianos, pero el local no reunía condiciones para la separación y poder tener ancianos de ambos sexos. Las hermanas querían tener una capilla con Jesús Sacramentado presente y la reverenda madre provincial le mandó de Madrid un pequeño altar y todo lo necesario para el culto, aparte de ropa para las hermanas y ancianos y otros objetos para la casa.

La inauguración oficial fue el 26 de agosto de 1947, fecha en la que se cumplía el centenario del fallecimiento de la madre fundadora y así tener el recuerdo de su fundación. Fueron invitados las autoridades locales y numerosos bienhechores, y por parte de la congregación concurrieron la reverenda madre provincial sor Mercedes del Niño Jesús, y superioras de las casas más próximas. Se bendijo el oratorio y se hizo una misa cantada que celebró el muy ilustre señor don Manuel Medina Gata, canónigo de la catedral de Badajoz.