Un hombre falleció ayer por la inhalación de humos provocados por un incendio declarado en su domicilio, situado en la sexta planta del número 43 de la calle Almendralejo, y que pudo originarse por un radiador. El aviso llegó a los servicios de emergencia del 112 a las seis de la mañana, hora en la que comenzaron a desalojar a los vecinos que no sufrieron daños, salvo una señora de avanzada edad con problemas respiratorios. Tras un primer reconocimiento, el inmueble tampoco sufrió daños graves, todo ello gracias a que el fuego se declaró en el último piso del inmueble.

Los bomberos se encontraron un piso en el que se acumulaba una gran cantidad de basura y todo tipo de objetos, incluso ramas de árboles, lo que hace sospechar que el fallecido, Pedro Alvarado, de 62 años, que era el único que vivía en el inmueble, padeciera el Síndrome de Diógenes. Los servicios de limpieza del ayuntamiento estuvieron desde las once y media de la mañana hasta las cuatro de la tarde retirando toneladas de basura acumulada en el interior del domicilio. Cuando tan solo llevaban una hora de trabajos, ya habían retirado más de diez grandes sacos como los que se utilizan en la construcción para recoger los escombros.

El alcalde de la ciudad fue uno de los primeros en desplazarse hasta el lugar de lo ocurrido. Angel Calle relató que el hombre fallecido atravesaba por un mal momento personal desde que, hace unos años, se separó de su mujer, con quien comparte dos hijos en común, y que ello le había empujado a abusar de la bebida. Hace ahora dos meses se produjo otro incendio en una vivienda de la misma calle, que acabó con la vida de los padres del concejal Fernando Molina.