El pasado martes la Cámara Alta rindió un homenaje al expresidente del Senado, el emeritense Juan Ignacio Barrero Valverde, con motivo de colgar en esta institución un cuadro suyo pintado por Eduardo Naranjo.

El Senado tiene la costumbre de que a todos sus presidente se les haga un retrato y se exponen para que perdure en la historia.

Se pide, al que en su momento fue presidente, que elija el pintor, en este caso ha sido Eduardo Naranjo, un extremeño cuya fama a sobrepasado todos los límites del arte, oriundo de Monesterio y que visita con frecuencia su tierra, vive en Madrid. Cada año dona una litografía a la campaña Cargue Usted con el Mochuelo.

A este homenaje asistió el alcalde, Pedro Acedo; el presidente regional de PP, Carlos Floriano, y representantes de todos los partidos políticos del país. Su mujer Chelo Gil se encontraba enferma. Estuvieron sus hijos Juan Ignacio, Chelo y Enrique.

También asistieron el presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, y el presidente del Senado, Francisco Javier Rojo. Después de este acto, que se realizó en el salón de actos de esta institución, se invitó en el mismo Senado a una comida a los más íntimos, tanto políticos como personales, alrededor de cincuenta personas.

Juan Ignacio Barrero pasará a la historia como el primer presidente extremeño del Senado.

Y ya metidos en felicitaciones, lo hacemos también al alcalde Pedro Acedo, que ayer cumplió cincuenta años. Ha entrado en la lista de los cincuentones. A ambos ¡felicidades!