El Hospital de Mérida ha modificado la organización funcional de su servicio de urgencias con la intención de "mejorar la calidad asistencial que reciben los pacientes, disminuyendo a la vez los tiempos de espera y preservando la privacidad e intimidad" de las personas que requieren de atención en este servicio.

Para ello, se está aplicando la misma normativa vigente en el resto de hospitales extremeños y que rige el acceso de los usuarios, el acompañamiento de los pacientes por parte de los familiares y la reestructuración de los espacios. La Gerencia de las Areas de Salud de Mérida y Don Benito-Villanueva señaló ayer en una nota que la entrada al hospital se debe realizar "en los horarios, cumpliendo con las normas, utilizando las puertas de acceso correspondientes y solicitando el pase preceptivo".

Así, y con el fin de "evitar interrupciones en el servicio, provocadas por la presencia de muchas personas que no precisan de atención y que entorpecen el trabajo de los profesionales", la Gerencia ha establecido que el paciente que va a urgencias solo puede estar acompañado por una persona. Los pacientes que acuden a urgencias son valorados médicamente hasta las 22.00 horas y ubicados en una sala dentro del servicio para un acceso más rápido a las consultas. A partir de esta hora, el triaje (valoración médica) depende del propio profesional, quien al tener "una menor carga de pacientes por existir un reparto más equitativo puede agilizar el proceso".

La sala de observación es donde se ubican los pacientes "más sensibles", ya que requieren de unos cuidados "más continuos y cuya intimidad debe ser preservada en mayor medida". Para ello se ha establecido un horario de visita de mañana (de 09.00 a 10.00 horas), de tarde (de 14.00 a 15.00 horas) y de noche (de 21.00 a 22.00 horas), pudiendo ser reclamados fuera de este horario para dar información sobre cambios evolutivos, resultado de pruebas o decisión final sobre el proceso del paciente.