El sector de la hostelería de la ciudad confía en que el Palacio de Congresos y Exposiciones y, más adelante, la feria de muestras que habrá en los terrenos de la antigua empresa Cross, sea el "acicate" que sirva para que Mérida deje de ser una ciudad de paso y se convierta en destino para que los turistas permanezcan varios días.

La oferta hotelera está "bien cubierta", con 1.300 plazas de hotel (un establecimiento de cinco estrellas, cuatro de cuatro estrellas, y varios de tres, dos y una estrella), y el número de turistas crece cada año. Sin embargo, el sector tiene un problema crónico: que el turismo que llega no se queda más de uno o dos días en la ciudad, es lo que se denomina un turismo de paso.

Sin embargo, la situación puede cambiar a medio plazo, según el director del hotel Las Lomas, Manuel Cordero, que auguró que el turismo de congresos provocará que en Mérida haya pernoctaciones de varios días. "Es un problema que, por las cuestiones que sean no sabemos solucionarlo", comentó, mientras se preguntó si tal vez sea necesario "aumentar las alternativas paralelas a eventos como el festival de teatro o los carnavales".

La mayor parte del turismo que llega a Mérida lo hace a lo largo del verano. El pasado año, en julio y agosto pasaron por la Oficina Municipal de Turismo 18.000 personas.

PATRIMONIO MONUMENTAL El reclamo es la riqueza patrimonial de la ciudad; así, en este mismo período los monumentos gestionados por el Consorcio recibieron 81.000 visitas. A este respecto surge otro problema, que el 46% del total de turistas sólo visita el teatro y anfiteatro romano, y se va sin ver el resto de la ciudad.

Otra de las fechas punteras es Semana Santa. El pasado año se acercaron a Mérida 5.500 personas, aunque la mayoría no se quedó más de un día.