Faltan sacerdotes, hay problemas económicos y se necesitan personas expertas en realzar los valores de la familia en las parroquias. Son las principales carencias de la iglesia emeritense, que van a exponer al arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, en la visita pastoral que iniciará en enero a los templos emeritenses, y que se prolongará hasta junio.

El arcipreste de Mérida, Emilio Sánchez, señala que uno de los principales problemas con los que se encuentran en las parroquias es la falta de sacerdotes. Tal es así, que algunos compañeros suyos se tienen que desplazar "a tres o cuatro municipios" de la comarca para dar misa. Otra cuestión importante es la escasez de personas que pongan en valor a la familia en la comunidad cristiana, porque "no tenemos gente preparada para hablar de la familia", en un tiempo en que "en dos años habrá los mismos matrimonios que divorcios, y eso es una barbaridad", apunta Ignacio Constantino, secretario del Consejo Pastoral Arciprestazgo.

La falta de material a la hora de dar catequesis es otra demanda. Sánchez, señala que en su parroquia "deben poner tablones encima de los bancos para que los niños den catequesis". Además, todas las parroquias "deben tener criterios comunes de coordinación", añade el vicario de Mérida, Antonio Becerra.

Por otro lado, ante el crecimiento urbanístico en Mérida parece lógico pensar en la necesidad de hacer más parroquias en las nuevas zonas. Sin embargo, las intenciones de la iglesia no parecen ir por ahí. El arcipreste emeritense explica que "los tiros no van por ahí, y quizá fuera más posible la presencia de la iglesia en esos lugares acudiendo a locales" para acercar los valores cristianos.