La iluminación navideña en las próximas fiestas ya está prevista. Parte del centro y se vuelca en las calles Santa Eulalia y su entorno. Bien, pero --y es una consideración que no merma la que se va a realizar--, en la entrada de Mérida por el puente romano, el lugar más bonito de la ciudad, no habrá iluminación navideña.

La calle El Puente siempre ha sido principio y final de la ciudad, único lugar de entrada en la ciudad durante siglos y muy visitada por los turistas, un lugar ideal para no solo iluminarlo, sino para poner un hermoso árbol de Navidad.

La otra entrada a Mérida, por el puente Lusitania, tampoco contará con bombillas en honor a estas fechas; y hay una plaza como la de Santa Clara que es historia de Mérida, con el parlamento extremeño. Nuestra Asamblea, a su lado, y calles tan significativas como Obispo y Arco, Sancho Pérez, San Juan de Dios y San Salvador, van a estar sin iluminación.

En ciertos sectores de la población hay protestas e inquietud por desatender estas zonas, y no hay que olvidar que la Asamblea es también muy visitada, e iluminar su entorno con la plaza de Santa Clara sería un detalle.

Las fiestas las tenemos encima. Sólo para el recuerdo y la nostalgia recordamos algunas fechas: 4 de diciembre, Santa Bárbara, patrona de la Artillería; el 6, día de la Constitución; el 8, la Pura, con el voto a la Inmaculada y visita a las monjas Concepcionistas donde se hace el voto; y el 10, Santa Eulalia, nuestra patrona, procesión, misa y apertura de pitarras. Por cierto, para las fiestas nos la ingeniamos como nadie; el domingo día 8, lo pasamos al 9 que es lunes y hacemos un puente como el acueducto de Los Milagros.

Y a mirar las vacaciones navideñas que están cercanas y a esperar, como cada año, la borrrachera del pavo y la despedida del año.

El que entra es un año de elecciones, para mirar al cielo y pedir clemencia divina. Y a más de uno se le quedará la cara de la gallinacea con los mocos para limpiar.