Los vecinos de la barriada de La Antigua amanecieron ayer "con un buen susto". Un incendio registrado en el número 3 de la calle Sagrajas causó cinco heridos leves y obligó a desalojar el bloque durante la noche, lo que hizo que los afectados tuvieran que refugiarse con lo puesto en casas de familiares y amigos. El fuego se originó minutos después de las 00.30 horas en el salón del 1ºD por causas que se desconocen. Según informó a este diario el jefe del parque de bomberos de Mérida, Juan Carlos Sánchez, la vivienda ha quedado totalmente calcinada y además han resultado afectados por el humo y los gases otros cuatro pisos, así como la fachada del edificio. "Cuando los compañeros llegaron el fuego ya estaba muy arraigado y el viento hizo que se propagara muy rápido", explicó.

Como consecuencia del suceso resultaron heridas de carácter leve las cinco personas que se encontraban en la vivienda. Se trata de cuatro mujeres de 72, 47, 43 y 51 años y un hombre de 35, si bien solo precisaron traslado al Hospital de Mérida el varón y la mujer de 43 años, que resultaron intoxicados por monóxido de carbono. El resto de vecinos del bloque fueron desalojados por la Policía Local y los bomberos por el riesgo causado por el humo. "Nos hemos llevado un buen susto. La mayoría estábamos durmiendo y hemos tenido que pasar la noche en casa de familiares y amigos", afirmó la presidenta de la comunidad de vecinos, Isabel Sánchez. Según comenta, en el bloque viven sobre todo personas de mediana edad pero también familias con niños.

NORMALIDAD Los bomberos terminaron las labores de extinción y ventilación sobre las 5:15 de la madrugada, pero no fue hasta el mediodía cuando se restableció la normalidad en el bloque. Pasadas las 12.30 horas todos los vecinos ya pudieron regresar a sus casas, excepto los de la vivienda en la que se originó el fuego, que está "totalmente arrasada", y la que se ubica justo encima, el 2ºD, según confirmó el concejal de Seguridad Ciudadana, Miguel Valdés. Los técnicos municipales de Urbanismo que han visitado el edificio han detectado algunas grietas causadas por el calor en el suelo de esta última vivienda y es necesario hacer más comprobaciones.

"Nos íbamos a acostar cuando llegó la policía a decirnos que teníamos que salir. Empezamos a escuchar ruido y vimos que todo el mundo estaba ya en la calle", relataba ayer Juan Pedro, el propietario del 2ºD, segundos antes de entrar a recoger ropa y algunos objetos personales.