Un incendio producido en una casa señorial de principios del siglo pasado ocurrido en la tarde del domingo destruyó parte de la segunda planta del edificio y una pequeña iglesia de la que sólo se salvó el retablo. La casa está situada frente a la estación de ferrocarril de Aljucén, junto a una antigua fábrica de harina, que también se quemó hace 13 años.

El fuego fue provocado por una chimenea que prendió la techumbre, de madera y cañas, que se vino abajo, y se extendió a la pequeña iglesia, que está adosada al edificio.

El factor de la estación de Aljucén fue quien alertó al matrimonio que vivía en la casa, que al estar en la planta baja no se había percatado que en el segundo piso había un incendio.

BOMBEROS

Los bomberos apagaron un fuego en el que las llamas alcanzaron grandes proporciones por la estructura del techo de madera, el cañizo y los numerosos muebles antiguos que había almacenados en la segunda planta.

En cuanto a la iglesia, de una sola planta, ardió casi todo el mobiliario, como los bancos, dos confesionarios y seis tablas con imágenes del vía crucis. Además el techo también se vino abajo.

Milagrosamente el retablo de madera se ha salvado y con el las imágenes de San Antonio, la Inmaculada, San José de Arimatea y de la mártir Santa Eulalia.

La iglesia se dejó de utilizar hace 14 años y tuvo su momento de esplendor con la celebración de misa semanal, con un cura que se desplazaba de Esparragalejo, bodas y bautizos.